Fernando Alonso, el piloto número uno de Ferrari, había llegado a Abu Dhabi, la última carrera del año, como el máximo candidato. Pero, sorpresivamente, fue el alemán Sebastian Vettel el que se llevó la gloria y se quedó con el título de la Fórmula 1. Y, entonces, la decepción se apoderó de España e Italia.


En Italia, un ministro del gobierno, Roberto Calderoli, exigió la renuncia de Luca Cordero Di Montezemolo, el responsable de la escudería. "Tiene la culpa de que los fans de Ferrari sintamos vergüenza. Los estrategas en el box han echado a perder el título y no el admirable Alonso. El responsable es Di Montezemolo. Tiene que marcharse inmediatamente de Maranello para que no siga haciendo daño a Ferrari", señaló.


En la misma línea se mantuvo el responsable de la gestión deportiva de Ferrari, Stefano Domenicali, quien admitió que "un error estratégico" de la escudería italiana "le costó el Mundial de Fórmula 1 a Fernando Alonso". Y agregó: "Hay una gran amargura en este momento, porque llegar así tan cerca de la meta y ver como se escaparon por pocos puntos hace mal. Hemos tomado una elección estratégica equivocada".


¿Cuál es la autocrítica que hacen en Ferrari? Domenicali tiene la respuesta: "Marcamos un adversario con dos autos; temimos una gran degradación de los neumáticos suaves y no consideramos la dificultad en la superación de los otros coches en el tráfico". Repasando: en Ferrari pensaron demasiado en Mark Webber y se olvidaron de Vettel.


Incluso el brasileño Felipe Massa, el otro piloto de Ferrari, echó más leña al fuego. "No puedo decir que nuestra estrategia haya sido impecable", disparó par aluego elogiar a Red Bull porque "pudo ser campeón muchas carreras antes", aunque algunos problemas "demoraron esa definición".