La semana pasada cinco personas murieron después de recibir una vacuna contra la gripe en Corea del Sur. Esta situación generó gran preocupación sobre la seguridad de la vacuna justo cuando se amplía el programa de vacunación de invierno debido al Covid-19.

Las autoridades dijeron que no había razón para creer que las muertes estuvieran relacionadas con la vacuna, pero se está llevando a cabo una investigación que incluye autopsias: “Nos resulta difícil emitir una declaración categórica”, dijo el viceministro de salud, Kim Gang-lip.

Apenas unas semanas después de que se suspendiera el lanzamiento del programa nacional de vacunas por preocupaciones de seguridad, las muertes han dominado los titulares en Corea del Sur. Un joven de Seúl de 17 años que murió el viernes fue la primera muerte informada por las autoridades después de recibir la vacuna.

El caso más reciente es el de un hombre de 70 años, de Daegu, que tenía la enfermedad de Parkinson y arritmia, y murió un día después de recibir la vacuna contra la gripe. Los funcionarios de dicha ciudad dijeron que el hombre había recibido vacunas desde 2015 sin reacciones adversas previas.

El mes pasado, los funcionarios anunciaron planes para adquirir un 20 por ciento más de vacunas contra la influenza para el invierno que el año anterior. Esperan vacunar a 30 millones de personas en un intento por evitar que el sistema de salud se vea sobrecargado por pacientes con gripe y exposición al Covid-19.

Sin embargo, el inicio de un programa de vacunación gratuito se suspendió durante tres semanas después de que se descubrió que unos 5 millones de dosis, que deben refrigerarse, habían estado expuestas a temperatura ambiente mientras eran transportadas a un centro médico.

l.g