Así trascendió esta noche de fuentes gubernamentales, luego de conocido el resultado de una serie de reuniones que tuvieron epicentro en la Cámara de Diputados.

Según se supo de voceros oficiales, los haberes de abril se actualizarán con la inflación de febrero, más un porcentaje en compensación por la inflación de enero.

Ese plus podría ser entre 12 y 14% pero aún no hay una definición concreta debido a que debe tener el visto bueno del ministro de Economía, Luis Caputo.

Luego del empalme la actualización será por la evolución del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Con esta iniciativa, el presidente Javier Milei busca adelantarse a la discusión que pretende dar la oposición en el Congreso y para la cual tendría los votos suficientes. No es el camino que pretendía, dado que un DNU tiene mayores riesgos jurídicos que una ley.

La clave de esta decisión es que de esta forma el Gobierno tendrá un mayor margen para ajustar las cuentas públicas.

Inicialmente, el Gobierno pretendía que la nueva fórmula jubilatoria se tratara como un capítulo dentro de la nueva ley Bases, que de acuerdo a los tiempos que quiere manejar la Casa Rosada, se trataría en diputados recién a mediados de abril.

Aunque la nueva ley ómnibus viene cosechando consensos en buena parte de su contenido, tanto el bloque PRO como el radicalismo y Hacemos Coalición Federal –dialoguistas con el Gobierno– le plantearon a los negociadores oficiales que era imperioso cambiar cuanto antes la fórmula previsional, luego de la fuerte pérdida del poder adquisitivo que tuvieron los haberes jubilatorios en los primeros dos meses del año.

Por su parte, los diputados opositores de la Comisión de Previsión y Seguridad Social decidieron impulsar una ley de movilidad jubilatoria por su cuenta. Ante la falta de acuerdos por este tema, el Poder Ejecutivo decidió anticiparse y avanzar por decreto con la fórmula que diseñó el equipo de Caputo.

La utilización de este instrumento jurídico fue una alternativa que se debatió mucho en el seno del Gobierno en los últimos días, porque la primera intención era que este tema tuviera fuerza de ley. Pero finalmente se definió avanzar de forma unilateral, sin llevarlo al Congreso.

En el borrador de la nueva ley bases, el Gobierno había propuesto una fórmula jubilatoria que indexe por inflación a partir de abril con una compensación adicional del 10% por la inflación de enero. Los bloques dialoguistas de la Cámara de Diputados exigían una compensación mayor, que contemple enteramente lo que los jubilados y pensionados perdieron por la inflación del primer mes del año, que fue de 20,6%.

Maximiliano Ferraro, diputado de la Coalición Cívica, celebró la decisión del Gobierno. “Durante las últimas semanas hemos hecho un gran esfuerzo para visibilizar la situación que atraviesan los jubilados y priorizar en la agenda política la necesidad de una nueva fórmula de movilidad. Valió la pena, con el DNU estamos frente a un avance”, indicó por la red X.

Puntualizó que ese sector, aguardará “texto del decreto para analizarlo, seguiremos trabajando en el congreso para consolidar una fórmula y si es necesario, aumentar el porcentaje de recomposición de las jubilaciones”, agregó.

El DNU probablemente se publique este viernes en el Boletín Oficial con el formato de actualización basado en el IPC, más un porcentaje extra que rondaría el mencionado 12% a 14%. Son dos puntos por encima de la propuesta inicial del ministro de Economía.

Quedaría, sin embargo, por debajo de lo pretendido por la oposición que era redondear un incremento del 205%.