El escándalo mediático entre el productor teatral Ariel Diwan y la bailarina Gisela Bernal puso bajo la lupa un tema tabú: las mujeres que jamás confiesan a sus maridos que el hijo que esperan puede ser producto de una infidelidad.



Para saber qué tan frecuente es esta situación, la red social para infieles AshleyMadison lanzó una encuesta entre sus usuarias. Reveló que el 26 por ciento de las mujeres que engañan a sus maridos no está completamente segura sobre el origen del embarazo.



El sondeo también arrojó datos inquietantes en cuanto a los hombres infieles: apenas el 5% desconfía de que sus esposas les mientan sobre la paternidad cuando éstas quedan embarazadas. Lo curioso es que la cifra es ínfima en comparación con la anterior. Esto refuerza el perfil machista de la sociedad argentina: los hombres que engañan se resisten a pensar que también ellos podrían ser víctimas de infidelidades por parte de sus parejas mujeres.



Respecto del dato central sobre las mujeres infieles, la mayoría de las que duda sobre quién es el padre de su hijo recién despeja la incógnita cuando observa el parecido físico (un 63%). Para ellas, el momento del nacimiento y las primeras horas del bebé son mucho más que un anhelado acontecimiento familiar; también son horas determinantes para despejar una duda que las acompañó y las llenó de incertidumbre durante todo el embarazo.



“La confesión (de Diwan) reabrió un antiguo debate sobre un tema que suele resultar inconfesable, pero que cuando se transforma en estadística puede provocar sorpresas”, opinó Víctor Hermosillo, director regional de Latinoamérica de AshleyMadison. “Pase lo que pase después con el niño de Gisela Bernal, el hecho de que casi tres de cada diez mujeres infieles tenga dudas del origen de su embarazo nos lleva a pensar que a la hora de cometer una infidelidad ellas priorizan el momento de placer por sobre las posibles consecuencias”, concluyó.







L.G