Previo a ello, el grupo de pop Miranda!, teloneros de Ricky, desplegó un prolongado y entretenido recital que fue acompañado por los aplausos y cantos de los presentes.
Euforía femenina –y de la otra también- y gritos al unísono de “te amoooo” se escuchaban por doquier. Enfundado en una chaqueta y pantalones negros de cuero, Ricky apareció en el escenario acompañado de bailarines y un show de luces de primer nivel. Una gigante pantalla en el fondo y dos al costado permitían que desde cualquier punto del estadio el público pudiera apreciar un espectáculo de gran envergadura.
Luego siguió “Dime que me quieres”, “Déjate llevar (It’s Alright)”, “Vuelve”. Pero el ritmo se apoderó del estadio con “Livin’ la vida loca”, “She Bangs”, “Shake Your Bon-Bon”, “Loaded” y “María”.
La parte romántica del show llegó con “Tu recuerdo” y un acústico imperdible del “El amor de mi vida” / “Fuego contra fuego” / Te extraño te olvido te amo”, donde Ricky se animó a ejecutar un toques en el cajón peruano de uno de sus músicos.
En algunos fragmentos del show mensajes e imágenes contra la discriminación, a favor de la igualdad, el amor y la paz mundial formaron parte del mensaje que, en síntesis, encierra el sentido de este nuevo material discográfico del portorriqueño.
Nuevo cambio de vestuario –fueron 8 en total- y de nuevo el ritmo se apoderó del estadio con “Por arriba, por abajo”, en donde el cantante interactúo con el público y desplegó coreografías. “Frío”, “I Am” / “I Don’t Care”, “Más”, “Lola, Lola”, “La bomba”, “Pégate” y “La Copa de la vida” cerraron un espectáculo de primer nivel, impecable por donde se lo mire –salvo demoras al ingreso del show debido a la masiva presencia de público-. Excelentes juegos de luces, sonido, un magnífico escenario, músicos y bailarines fueron el componente perfecto para que el recital de Ricky Martin quede grabado en la retina de los fans que desde horas tempranas llegaron hacia el estadio para verlo y disfrutarlo.
“Otra, otra”, fue el reiterado pedido del público para que Ricky vuelva al escenario y cante un bis. “Lo mejor de mi vida eres tú” fue el tema elegido, mientras agradecía el cálido afecto de su público besó una bandera con los colores de su tierra y de argentina que llevaba colgada en su cuello.
Fue una hora y media de show donde, desde el primer minuto, nadie quedó sentado en sus asientos.
Dice, según el refrán, que “cosecharás tu siembra”. Y ello se ve reflejado en Ricky Martin, quien supo ganarse el cariño y la aceptación del público luego de tantos años de trabajo, dedicación y loable tarea a favor de la paz mundial y protección de la niñez