Tal como le contó a Clarín el día que asumió, Julio César Falcioni arregla “hablando” los problemas del vestuario.

“Explicando, convenciendo...” Lo cierto es que en este Boca deberá hablar, explicar y convencer mucho con su autoridad: en este vestuario y en alrededores, abundan las caras con fastidio, los cuestionamientos a escondidas y una dosis importante de mala onda. Este 2010 dejó varios casos de malhumores y conductas inapropiadas para el funcionamiento de un grupo.

Un DT que sufrió fue Abel Alves, que no llegó más allá de la fecha 13 del Clausura. Esa noche, en Santa Fe, cuando dio la formación, Javier García explotó al escuchar que atajaría Josué Ayala. En ese mismo torneo, Martín Palermo le recriminó con un “¿Vamos perdiendo y me sacás a mí...?” cuando Viatri lo sustituyó ante Chacarita.

Roberto Pompei dirigió 11 partidos durante sus dos interinatos. Bajo sus ojos pasaron las dos rojas de Mouche (Independiente y Banfield) por reacciones ante el público del rival. Ya sobre fin de año, en un entrenamiento, Insaurralde le pegó una patada y le lanzó una trompada a Méndez y, al rato, Escudero pateó la pelota contra los carteles. ¿Por? Un offside... Y en la última fecha (Gimnasia), Cañete se negó a ir al banco de Reserva.

En su fugaz paso por La Boca, Claudio Borghi también soportó episodios. Clemente Rodríguez adujo una lesión para no ir a Bahía Blanca, Matías Giménez puso un par de malas caras, Medel apareció 24 horas después de perder ante Racing tocando el bombo con la barra brava de la Católica, Araujo necesitó un buen lavado de cabeza , Lucchetti dudó de su presencia ante River (y eso que se lo había dicho el propio DT) y ya no volvió más al arco. Y en la previa a su efímero regreso a las canchas, Riquelme fue con Viatri, Giménez y García al autódromo en una visita autorizada, aunque se subió sin permiso al Honda de Leonel Pernía a dar vueltas a toda velocidad.

En ningún caso hubo sanciones...

Falcioni, hombre disciplinado, sabe que no será fácil. “C omo técnico, trataré de mantener junto a los jugadores un equilibrio para que podamos convivir bien, como se debe”.