“Sacó el arma debajo de la moto y le tiró de atrás. Y cuando cayó le pegó un tiro en la cabeza. Cuando lo levantamos ya estaba muerto”, dijo Ramón Ruíz Díaz, el padre del muchacho muerto tras una pelea vecinal en el asentamiento denominado Piola.











“No tuvo problemas con él. No es como dice la gente.  Mi hijo dejó un nene de 2 años”, agregó el hombre, refiriéndose a las relaciones que mantenía el occiso con quien terminó siendo su asesino



Según versiones Mario Miranda (37) baleó al joven porque éste estaba bebiendo en la vereda y causando disturbios.



El agresor al ver que los vecinos y familiares de Ruiz Díaz querían lincharlo, huyó y se refugió en la Comisaría Séptima.



Allí entregó un revólver calibre 38 y un cuchillo.



La familia de Miranda huyó de la vivienda donde residen cuando los manifestantes ingresaron por la fuerza e incendiaron la casa.



En el tumulto, también prendieron fuego a la casa de otro vecino que nada tenía que ver con los incidentes. Se trata de la vivienda lindante a la de la familia de Miranda.



“No van a aparecer más. Al asesino no lo conozco porque nunca tuve trato con ellos. Pero mi hijo jugaba a la pelota con ellos”, contó



En el tumulto, también prendieron fuego a la casa de otro vecino que nada tenía que ver con los incidentes. Se trata de la vivienda lindante a la de la familia de Miranda.



“Nosotros  no tuvimos nada que ver con el incendio. No puedo decir quien fue porque no vi nada. Nosotros estábamos desesperados con nuestro hijo”, aseveró



“Nadie de la familia del asesino se acercó… ni queremos que aparezcan. Dicen que tanto él como el padre están detenidos. Él huyó después de pegarle el tiro, pero lo detuvieron en un descampado”, dijo Ruíz Díaz