Camau repudia la violencia en la transición de Santa Lucía



El Intendente electo de Santa Lucía sufrió severas agresiones el miércoles último en el Municipio, cuando Cordero Holtz lo abordó con golpes de puño y patadas, al negarse a aportar información oficial en el marco de la transición de gestiones y que constituyen elementos importantes para el inicio del nuevo mandato.











Camau Espínola manifestó su solidaridad con Sananez y remarcó que, “la gente de Santa Lucía tiene que estar tranquila porque votó a un dirigente que como Intendente estará a la altura del trabajo que necesita la localidad y demuestra su fortaleza en el mejoramiento de la calidad de vida de todos".



Entretanto, el hecho fue denunciado ante una Fiscalía penal de Goya.



Vale señalar, el Intendente de Santa Lucía, que deberá ceder el mando a Sananez el 10 de diciembre, cometió la agresión en oportunidad que debía ser interpelado por el Concejo Deliberante, a raíz de diversos pedidos de informes aprobados por la mayoría del cuerpo y que se constituyó para realizar dicho trabajo.



El comunicado de La Cámpora



Si las actitudes con las que alguien intenta alcanzar un objetivo reflejan la altura de su empresa, cada vez está más claro que el vuelo de algunos dirigentes es comparable al de una gallina.



Lo expresan sus formas de conducción y nada más a mano que los resultados para medir su efectividad. En Santa Lucía el Municipio se ha convertido a lo largo de los últimos cuatro años en una caja sin resonancia para demandas insatisfechas y así lo demuestra el hecho de que el Intendente Mario Cordero, en vez de brindar balances ahora debe ir a dar explicaciones.



Y Cordero aplicó su receta un poco más allá de la gestión. Mientras el Intendente electo del Frente para la Victoria “Tata” Sananez cumplía con su trabajo, Cordero cumplió con su mandato: golpear.



Y dio de lleno contra la voluntad popular.



El repudiable episodio en el que envolvió al nuevo Jefe Comunal y que fuera elegido por sus propios vecinos, constituye un ejemplo de la inmadurez política que barniza de cabo a rabo a una clase de dirigentes que debería orientarse hacia la puerta chica de salida.



Corrientes necesita oxigenar sus formas de conducir y una mejor calidad de vida, no rounds pugilísticos ni que las actitudes rancias de la dirigencia obsoleta empantanen el camino a la solución de las problemáticas.



Es una muestra más de que cambio sigue siendo el nombre del futuro y que llegará cuando la violencia deje ser el piloto automático con el que conducen los que no levantan vuelo. El amor derrota al odio.