Asimismo, se buscará por ley declarar zona de desastre y emergencia, como así también se insistirá a la Nación por las regalías adeudadas a Corrientes para reforzar sus defensas costeras.







Esta mañana arribó a la Isla Apipé una comitiva provincial integrada por los ministros Carlos Vignolo (Secretaría General), Gustavo Valdés (Gobierno), Aníbal Godoy (Obras y Servicios Públicos) y Carlos Pila (Fiscal de Estado), como así también por el Director de Defensa Civil, Eulogio Márquez y el senador Noel Breard. Con la instrucción del gobernador Colombi de relevar exhaustivamente la situación del lugar y acordar con los pobladores los pasos a seguir tras la crecida del río Paraná, los representantes oficiales emprendieron una recorrida por los distintos sectores de la isla, para luego llevar adelante una asamblea.







La reunión entre funcionarios y pobladores fue atravesada por un estado emocional angustiante, disparado por los testimonios que se oyeron en la ocasión. En ese marco, se supo que hay personas que quedaron con secuelas psicológicas por el ruido que generó la apertura de compuertas. “Abrieron de noche y sin aviso”, se quejaron. “El impacto del ruido, ver que el agua empezó a llegar hasta sus casa a los pocos minutos, la evacuación a la mañana siguiente y ahora que bajó, ver que perdieron todo, son recuerdos traumáticos que no se olvidarán nunca”, afirmaron desde la isla.







Cabe señalar que el Gobierno provincial brindó asistencia a los isleños desde el primer momento con Defensa Civil, Desarrollo Humano y Salud Pública, brindando un lugar seguro de evacuación, alimento, abrigo y control médico. En tanto, ahora que el agua empieza a bajar y los damnificados pueden dimensionar las pérdidas materiales que les provocó esta crecida, el Gobierno provincial también se comprometió a brindarles ayuda para paliar la situación.







No obstante, tanto los representantes provinciales como los pobladores locales y su intendenta Mónica Romero coincidieron en señalar la responsabilidad de la represa hidroeléctrica por abrir sus compuertas sin previo aviso. Por ello, entendieron correcto que se inicien reclamos legales a la EBY por los daños que provocó la repentina crecida del río. Cabe recordar que la Isla Apipé está separada de la represa por apenas 2.300 metros, aguas abajo, y fue la primera y peor zona de impacto, a tal punto que el agua subió un metro en una hora y en medio de la noche.







En tanto, el senador Breard comprometió sus gestiones para que este viernes en sesión especial del Senado provincial se pueda avanzar con la media sanción de una ley que declare, tanto a la Isla Apipe como así también a todas las localidades ribereñas afectadas, zona de desastre y emergencia, posibilitando así ciertas excepciones y beneficios que puedan paliar las consecuencias generadas por inundación que generó esta imprevista y repentina crecida del río Paraná tras la apertura sin aviso de compuertas en la represa Yacyretá.







Asimismo, se buscará que la Cámara de Diputados haga lo propio para que dicha declaración comience a regir en el menor tiempo posible. Cabe señalar también, que en el marco de estos reclamos que emprenderá el Gobierno provincial, se insistirá al Gobierno nacional para que remita a Corrientes los fondos que le adeuda a la provincia en concepto de regalías por la represa Yacyretá. Estos recursos tienen como destino la ejecución de obra pública que sirva para absorber el impacto ambiental que genera la misma, cuyas consecuencias, en parte, quedan evidenciadas con esta crecida del río que ya afectó a más de mil personas.