El día jueves 16/ 05, me habla vía telefónica una persona amiga afiliada al Partido Liberal, que me pregunta en tono amable si yo me afilié a, “mi partido”, como me dice. Le contesto  que no, en el mismo tono, y le pregunto ¿porqué? , porque apareces en nuestro padrón de afiliados me dice y me da detalles, DNI, domicilio, etc.  Le digo, mañana iré al Juzgado Electoral Nacional para constatar la versión. Me responde, no Mario no es versión, tengo el padrón oficial del PL, es absolutamente cierto lo que te digo.                       



                       Al otro día, viernes 17,  me llaman de un programa radial haciéndome la misma pregunta y con iguales argumentos. Le  respondo en iguales términos, y no acepto hacer declaraciones públicas hasta no tener la información oficial de la Secretaría Electoral.  Allí me confirman y me lo certifican por escrito que soy afiliado al PDC desde el 13 de octubre de 1983.



                   Evidentemente, en esto, han  intervenido “varias manos”, pues no cabe duda que me afiliaron al PL, falsificando mi firma y consiguiendo la fotocopia de mi DNI, de “alguna repartición oficial”,  donde para lograr acceso,  habrá que tener aceitadas relaciones, sin duda alguna.  Cuando se dieron cuenta que soy un ciudadano conocido, al menos por viejo, retiraron la ficha apócrifa y no se dio el tiempo para quitarme del padrón  del PDC, aunque sí para ser incluido en el del Partido Liberal.



                    Este absurdo es sin duda una mancha más, de las tantas, que desprestigian a los  Partidos Políticos ya que para mucha gente, esta noble actividad, es sinónimo de corrupción. Ojalá que toda la dirigencia política reaccione y supere toda picardía maliciosa en la  manera de actuar. Especialmente los jóvenes, que felizmente están ingresando entusiastamente a la actividad política, logren erradicar esta manifiesta perversión del sistema político.



B.,R.