La Cámara II del Crimen cordobesa condenó a Omar Peralta (27), al hallarlo culpable de los delitos de homicidio criminis causa (para ocultar la violación), secuestro agravado y abuso sexual agravado.



La pena coincidió con lo que habían solicitado el martes pasado en sus respectivos alegatos el fiscal de juicio, Raúl Gualda, y el abogado del particular damnificado, Carlos Nayi.



Los acusadores también había pedido al tribunal, presidido por Eduardo Valdez y ampliado con dos jurados populares, que ordenara investigar "la probable participación de otra persona en el crimen" de Rocío. "La Justicia ha cumplido", expresó el letrado Nayi tras conocerse el fallo.



Por su parte, Raúl Barletta, padre de la víctima, dijo que hubiera sido mejor "colgarlo en la plaza" y lamentó que el ahora condenado no haya hablado al pronunciar sus "últimas palabras" antes del veredicto porque él "quería escuchar lo que decía".



Es que al comenzar la audiencia, el mecánico dijo ante la Cámara que se remitía a los dichos de su abogado defensor, que había reclamado la absolución. Al hacer uso de la palabra antes de conocer el veredicto, Peralta dijo: "Yo no voy a decir otra cosa que la que dijo mi abogado". En el juicio, su defensor aseguró que el homicida estaba alcoholizado y drogado el día del crimen, y que no recordaba nada.



En tanto, Alicia, la madre de Rocío, se mostró "conforme" con el fallo ya que una condena a perpetua era lo que esperaba. "Quiero que no lo larguen más", expresó la mujer y luego agregó que eso serviría "para que ella (Rocío) descanse en paz", afirmó.



• Otra condena



En otro juicio contra un violador, un tribunal bonaerense condenó a 22 años de prisión a un exconvicto acusado de haber abusado sexualmente de cuatro mujeres en la localidad de Quilmes, entre mayo de 2009 y marzo de 2010.



Se trata del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Quilmes, cuyos miembros le comunicaron este mediodía el fallo decidido por mayoría al representante legal del acusado, quien ya había solicitado previamente no asistir a las audiencias.



El condenado fue juzgado por los delitos de "rapto en concurso ideal con abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso real con robo"; "abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma en concurso real con robo agravado por el uso de arma"; "rapto en concurso ideal con abuso sexual agravado por acceso carnal y por el uso de arma"; y "abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma".



Las víctimas son cuatro mujeres fueron atacadas en un radio de unas 25 cuadras a la redonda del domicilio del acusado. El modus operandi del abusador consistía en actuar en la vía pública, de noche y armado, les decía a sus víctimas que si pasaba la Policía tenían que simular ser novios y luego las llevaba hasta lugares apartados donde las sometía sexualmente. Además, en dos de estos casos, el violador también se apoderó de las pertenencias de las víctimas, como la cartera y el teléfono celular, antes de huir.



Según Sergio Doutres, quien en el juicio representa a dos de las víctimas, a una de las mujeres la interceptó cuando ésta sacó a pasear a su perro y su ADN quedó en el semen hallado en su bombacha y en el collar del animal.



"A todas la penetraba pero eyaculaba afuera", precisó el letrado, que indicó que si bien el abusador tenía un patrón para atacar no lo tenía para "elegir el perfil de sus víctimas" ya que éstas diferían en edad y aspecto físico.



Por su parte, el imputado fue detenido luego del primer hecho, pero lo excarcelaron poco después por falta de pruebas y recién fue apresado nuevamente tras el último abuso. De hecho, las víctimas del segundo y tercer hecho se cruzaron en la calle y en el tren con su abusador días después de haber sido atacadas.



L.G