Conocer algunos detalles de esta historia de violencia familiar, que terminó con la muerte de un chico de un año, seguramente generará conmoción, repudio y un dejo de tristeza. Un vendedor ambulante está detenido bajo la acusación de matar a golpes a su hijo y de maltratar, en reiteradas ocasiones, a otros tres menores e incluso a su mujer, quien agobiada por el terrible desenlace se quebró y lo acusó ante la Policía y las autoridades judiciales de la capital de Corrientes.



Donato, así se llama el nene fallecido, ingresó al Hospital Pediátrico Juan Pablo II el lunes a la mañana, después de sufrir serias descompensaciones de salud desde el sábado 16 de marzo. Junto a sus hermanitos (uno de ellos gemelo con él) habitaban una casa del barrio Fray José de la Quintana, donde puertas adentro vivían un calvario.



Ante el mal estado de salud los médicos trataron de salvar la vida del niño, quien permaneció los días siguientes en terapia intensiva hasta morir el jueves cerca del mediodía.



Desde el principio hubo dudas acerca de la causa. Entonces, con buen tino, las autoridades del establecimiento, a la par de efectivos de la comisaría Decimonovena y de la Fiscalía de turno decidieron dar paso al estudio forense.



“La explicación del padre de la criatura y también de la mamá, en un primer momento, fue que el nenito había caído de la cama y tuvo un golpe en la cabeza”, reveló una fuente cercana a la pesquisa. Pero esa versión fue desestimada de plano cuando los médicos legistas llegaron a una conclusión reveladora. Donato presentaba tres lesiones de vieja data (la primera de unos veinte días) que provocaron su deceso. Se trataba de heridas causadas adrede y no en forma accidental.



Revelado el estudio forense desde la Justicia ordenaron la inmediata investigación a fondo. Así, el padre del chico primero fue demorado y su madre indagada, mientras en el barrio algunas personas también aportaban información importante que orientaron poco a poco a la verdad. Como aquella en la que una vecina dijo haber visto al sospechoso regresar un día muy alterado y abrir la puerta casi a patadas, tirándola contra uno de los nenes que estaba sentado al otro lado, en el piso.



Al final, cercado por las pruebas y testimonios, el hombre, de 31 años, identificado con el apellido Riquelme, resultó detenido a manos de los responsables de la comisaría Decimonovena.



De acuerdo a los datos recabados por época, el vendedor callejero de bolsas de residuos y ristras de ajo solía consumir frecuentemente bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes. En el vecindario lo señalan como alguien desaprensivo con sus hijos y en ocasiones sumamente violento con su pareja.



Con el apoyo de un psicólogo, la mujer y madre de los cuatro nenes que padecían estas lamentables secuencias de malos tratos dejó de lado el miedo. Así, con lujo de detalles, frente a los investigadores apuntó a su marido como el autor de la muerte de Donato. Habría dicho, en textuales palabras, que un día el hombre “llegó como loco, lo levantó con las manos y después lo tiró contra la pared”.



La causa, caratulada como un “supuesto homicidio doloso agravado por el vínculo”, se tramita ante el Juzgado de Instrucción número 6.



L.G