Un joven que desde el miércoles por la tarde se encontraba detenido en la comisaría Séptima, luego de que vecinos lo atraparon tras un violento arrebato en el barrio Las Tejas, fue hallado muerto ayer a la madrugada en el interior de su celda y mientras sus familiares y amigos reclamaron violentamente que fue torturado y golpeado en la dependencia, la autopsia realizada al cuerpo indicaría que el deceso se produjo por paro cardiorrespiratorio no traumático. Desde el Ministerio de Gobierno esperan resultados de los estudios a las vísceras para determinar si no estaba intoxicado.



El fallecido se llamaba Omar Pedro Cosio (18), alias “Omarcito” y ya había caído varias veces preso por delitos callejeros.

El miércoles lo atraparon robando una cartera a una mujer y los propios vecinos del barrio lo detuvieron y entregaron a la Policía.

Desde entonces el joven compartía celda con otro muchacho identificado como José Villalba (19), acusado de tentativa de homicidio.



Ayer a la mañana cuando su padre fue a llevarle el desayuno, como lo hacía habitualmente, no pudieron despertarlo, porque ya estaba muerto desde hacía algún tiempo.



La noticia corrió como reguero de pólvora entre sus familiares y amigos, quienes de inmediato organizaron una pueblada y atacaron a piedrazos a varios móviles policiales.



Algunos testigos y vecinos del barrio, inclusive, dijeron que dos patrulleros que quedaron en medio de la revuelta por avenida del IV Centenario (Mendoza al Sur) y calle Congreso fueron atacados a tiros por un jovencito de pelo rubio que portaba un revólver entregado por una mujer. Estos incidentes se registraron cerca de las 13.



Por ese mismo lugar pasaba un colectivo de la Línea urbana 104, que también había sido atacado a piedrazo, originando destrozos en algunas ventanas y un pasajero herido.



El primer resultado de la autopsia realizada al cuerpo del joven reveló que habría fallecido por un paro cardiorrespiratorio “no traumático”. No presentaba golpes visibles.



“El chico refirió sentirse mal la noche anterior y pidió darse un baño, ya que le dolía la cabeza. El propio compañero de celda dijo que se quejó de dolor de cabeza, antes y después de volver de darse un baño”, indicaron voceros del Ministerio de Gobierno. Los médicos forenses decidieron retirarle las vísceras para realizar otros estudios, presumiblemente ante un caso de intoxicación.



Anoche, al cierre de esta edición, familiares y allegados de Cosio realizaban un piquete por avenida del IV Centenario, reclamando justicia. Acusan a la Policía de golpear a Omar en su celda.



La juez Laura Varela, del juzgado de Instrucción Nº5, y la fiscal Graciela Contarde, de Instrucción Nº5, investigan el hecho.



L.G