Con las primeras conclusiones que arrojó la autopsia ayer, la causa de la muerte del empresario Jorge Manfredi tuvo un vuelco aún más dramático ya que, de lo que se había estimado como un deceso a causa de “asfixia por inmersión” apenas el cadáver fue encontrado flotando en el Paraná a dos mil metros de la Isla del Medio, ahora se investiga un “homicidio simple”.



Manfredi recibió tres contundentes golpes en la cabeza que acabaron con su vida y luego fue arrojado al río.



Fue hallado 24 horas después de su asesinato, a la altura del kilómetro 1570 del río Paraná, siete kilómetros más arriba del lugar donde apareció su moto de agua.



Confirmado por fuentes de suma confianza, el lugar de la aparición de Manfredi ya había sido recorrido por las variadas embarcaciones y helicópteros que participaron del rescate, que se inició a las 19.45 del martes.



El dato abre la probabilidad de que el cuerpo fue arrojado el miércoles, con los últimos minutos del sol.



Como referencia del sitio del hallazgo se precisó la zona de Nemesio Parma, frente al puesto de la Prefectura Naval en ese paraje.



Con la causa a cargo del juez de Instrucción Penal, Fernando Verón, caratulada como “homicidio”, se despejaron las dudas de qué forma se produjo el deceso del empresario avícola de 51 años, que portaba un perfil de alta exposición en la noche posadeña, donde frecuentemente se lo observaba en lujosos automóviles y en locales bailables.



Los golpes que recibió fueron hechos con un elemento romo, un palo o un garrote pesado, sobre la cabeza, y se presume por un sujeto (o varios) con la fuerza suficiente para reducir a un hombre de más de 100 kilogramos de peso y 1,80 metros de altura aproximadamente.



Los estudios toxicológicos, cuyos resultados llevarían al menos 48 horas, serían clave, para encausar o reorientar de qué tipo de crimen se trató.



Sobrevuela el asesinato mafioso como hipótesis principal, y no se descarta entre los pesquisas, que el oscuro mundo de las drogas esté estrechamente relacionado.



Celular clave

Dentro de su potente y moderna moto de agua -Seadoo RXP de 255 HP- trascendió ayer y fue avalado por fuentes policiales, que se encontró un bolso térmico con bebidas gaseosas, con y sin alcohol, lo que hace presumir que Manfredi se iba a encontrar en la Isla del Medio con amigos o conocidos.



Dentro del compartimiento por donde también se accede al motor, se encontró también 300 pesos en efectivo, bronceador, anteojos de sol, una remera y el teléfono del empresario. Para los investigadores la información del celular de Manfredi, un smartphone Samsung Galaxy, contendría datos cruciales.

Las últimas llamadas y mensajes de texto, aportarían las pautas.



Entre los últimos mensajes registrados, uno de los últimos corresponde a una mujer que lo invita a encontrarse en el club Pirá Pytá para pasar la tarde en la costa del río. La respuesta de Manfredi habría sido negativa en cuanto a que tenía otros planes establecidos con otras personas.



Hallazgo

El cuerpo del empresario fue divisado desde una lancha con dos personas a bordo. Los hombres, cuyas identidades se preservan para no entorpecer la investigación, conocían a Manfredi y habrían estado buscándolo como parte del operativo de rescate. Ellos dieron aviso a la Prefectura a las 19.45 del miércoles, cuando la búsqueda culminaba la jornada.





Descartado

Los primeros datos contundentes de la autopsia descartaron la muerte accidental. Ningún golpe del tipo que tenía en el cráneo pudieron ser producto de una caída o vuelco de la moto. Además el cuerpo no tenía agua en su interior, lo que corrobora que fue ultimado en tierra firme y luego arrojado al río. El momento y el lugar en que fue tirado al agua son llamativos para los investigadores.



La moto de agua apareció en el margen paraguayo del río, en el kilómetro 1577 del Paraná, zona conocida como Puerto Trociuk, siete kilómetros más abajo del lugar en que fue localizado el cadáver, 24 horas después.





El perfil

• Inquieto empresario

Jorge Manfredi fue un exitoso empresario que se dedicó a la venta y producción de pollos. En sus inicios estuvo en la ciudad de Oberá, donde con su carisma y trabajo se ganó la confianza de sus compradores y se volvió uno de los principales proveedores de pollo desde su local de calle Córdoba y Rivadavia.



También en la Capital del Monte se hizo su fama de hombre de la noche, llevando un comportamiento varias veces considerado extremo y lleno de excesos, paseándose en lujosos automóviles (BMW) y acompañado de las mujeres más lindas de la ciudad. Aunque siempre con el carisma que lo caracterizaba.



Además de ser un dandy carismático, también solían verlo haciendo todo tipo de deportes, desde caminatas, gimnasio o, como antes de ser asesinado en el río, en una moto acuática.



Fue hace unos años que decidió vender su proveedora en Oberá y se trasladó a Posadas, donde según dijeron vivía con su madre. En Posadas, Jorge Mafredi también supo hacer buenos negocios y amistades, llevando su marca a ser una de las principales de Misiones. Eso sin descuidar sus salidas nocturnas, su fama de dandy y sus bellas compañías.



Aunque actualmente la mujer más cercana era Susana Azula, quien desde que todo sucedió estuvo atenta a lo que ocurría y se encargó de los trámites legales.



En el mundo náutico era conocido por su afecto por los barcos, lanchas, las motos para agua, que, al igual que los vehículos terrestres, eran lujosos.



L.G