El hecho ocurrió ayer al mediodía en la localidad de Santa Lucía, en el departamento de Lavalle, distante a 224 kilómetros de esta capital. Un menor de once de edad sufrió quemaduras en el 20% de su cuerpo al prenderse fuego accidentalmente mientras manipulaba un aro de bicicleta al que había rociado con alcohol.



Así lo confirmaron desde la comisaría de Santa Lucía, desmintiendo las versiones que circularon por varios medios de una "agresión al chico porque llevaba puesta una remera de Boca".



Según fuentes policiales, "el niño jugaba con un compañerito de nueve años con un aro de bicicleta al que , rociaron con alcohol para prenderle fuego, sin advertir que sobre la remera del primero había caído una parte de la sustancia".



Por la condición "altamente inflamable" del alcohol -explicaron-, cuando encendieron el aro la llama se extendió rápidamente alcanzando a la víctima en tórax, abdomen, y en los miembros superior e inferior izquierdo.



El menor fue trasladado en primera instancia al Hospital Zonal de Goya, "Camilo Muniagurría", y luego derivado al Hospital Pediátrico "Juan Pablo II", donde ingresó a la Unidad de Quemados.



Desde el mencionado centro de salud, la directora asociada, la doctora Susana Glinka, confirmó en declaraciones radiales que el niño "tiene afectado el 20% de su cuerpo por quemaduras de tipo B”.



“Está grave, tiene el tronco, abdomen, brazo y pierna del lado izquierdo quemado pero no se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva, sino en la Unidad de Quemados”, puntualizó.



Glinka añadió que, por el momento, no necesita asistencia respiratoria mecánica porque "no hay daño en las vías respiratorias".



“No obstante, es un paciente que tiene muchos riesgos. Ingresó ayer a las 17 y pueden pasar muchas cosas en la evolución”, precisó.



Tras tomarle declaración al compañerito del menor, la causa quedó caratulada como "lesiones leves" e interviene la jueza de Menores de Goya, Silvia Escobar.



L.G