Huracán pudo festejar en el concierto de los errores
Una verdadera final. Ese título cabía perfecto para describir lo que significaba este partido en la vida de Huracán y de Quilmes. El Globo se encuentra metido en zona de promoción, no muy lejos del descenso, y el Cervecero ocupa el último en la tabla de los promedios. El debut de Caruso Lombardi en el conjunto del Sur alimentaba la ilusión de conseguir el milagro de mantener la categoría. Mientras que en el equipo de Parque Patricios la llegada de Tito Pompei trajo nuevos aires y nuevas expectativas de cara al futuro.
Fue el equipo de Caruso el que empezó mejor. Jota Jota Morales cabeceó una pelota que pasó cerca del palo izquierdo de Monzón y luego Caneo estuvo cerca de abrir el marcador. Huracán respondió con un tiro de Maidana desde afuera del área.
Pero el partido entró en un pozo y los dos se dedicaron a luchar y a buscar el arco rival pero con muy pocas ideas. Hasta que a los 39 se quebró la paridad. Machín ejecutó un remate fácil para el arquero, pero Tripodí -que era titular por primera vez en el campeonato- dio un rebote increíble e inesperado y el Roly Zárate sólo la tuvo que empujar. Como buen goleador, el ex Vélez estuvo en el momento indicado. Huracán se iba al descanso 1-0 cuando el empate era lo que mejor le caía al partido.
El segundo tiempo fue parecido. Los dos equipos intentaban acercarse al gol pero la poca claridad para crear juego abundaba. Hasta que el Globo aprovechó otro blooper de Quilmes para estirar la ventaja. A los 22 minutos, luego de un tiro al arco de Machín que pegó en el palo, el defensor Sebastían Martínez le pifió a la pelota y le dejo el tanto servido a Javiér Cámpora que estableció el 2-0.
Y cuando todo parecía definido a favor del local, Quilmes revivió. A falta de once minutos para el final, Martín Cauteruccio, que había entrado en lugar de Diego Torres, aprovechó un error de la defensa del Globo y definió fuerte al palo derecho de Monzón para ponerle suspenso al partido. Los últimos minutos vieron a Quilmes yendo al ataque y a Huracán refugiándose en su área para mantener la victoria. Minutos más tarde, Cauteruccio tuvo el empate pero Monzón, una de las figuras del partido, le ahogó el grito de empate. Finalmente Patricio Loustau decretó el final del partido para el desahogo de toda la gente local.
Con este resultado Huracán toma aire en la lucha por no descender y consigue su primera victoria en el campeonato. Mientras que Quilmes sigue muy comprometido y se hunde cada vez más en la tabla. El Globo de Tito Pompei suma cinco puntos en el torneo mientras que el equipo de Caruso Lombardi sigue sin sumar ya que perdió en las cinco presentaciones del campeonato.