Un error grosero clave en un momento clave. Porque Leandro Chichizola no había recibido goles en las primeras cuatro fechas del Clausura y River mantenía un invicto que ilusionaba. Pero justo cuando Juan Pablo Carrizo está para volver, el arquero cometió un blooper que le sirvió a Santiago Silva el 1-0 en el marcador para Vélez, en el Monumental. Y ya nada fue igual para el local. Porque a pesar de la reacción en el complemento y el empate de penal de Mariano Pavone, nunca supo cómo jugarle a un Vélez decidido y solidario.

En un primer tiempo en el que reinaron las imprecisiones y ni River ni Vélez lograron sentirse cómodos con la pelota en su poder, el equipo de Juan José López fue el que en el comienzo dispuso de las mejores situaciones.

Con un arranque esperanzador, buenas apariciones de Manuel Lanzini y un siempre incisivo Pavone, River amenazó y puso en aprietos a la desconcertada defensa velezana. A los 3 minutos, y tras un pase largo de Maidana, Pavone definió por encima de Marcelo Barovero, pero la pelota se fue cerca del palo derecho. Tres más tarde, hubo una buena réplica en velocidad de Lanzini, quien cedió a Erik Lamela y éste remató cruzado y apenas desviado por el poste izquierdo.

Vélez, incómodo y sin posibilidad de defenderse con la pelota, recién tuvo su primer acercamiento a los 19, cuando Silva eludió al paraguayo Adalberto Román y remató al cuerpo de Chichizola. A los 29, se vio una efectiva combinación entre Pavone y Roberto Pereyra, el tucumano envió el centro y Lamela, solo y de frente al arco, cabeceó por arriba del travesaño.

Finalmente, la apertura del marcador para el visitante llegó, a los 34, por un error de Chichizola, quien quiso despejar el balón, tras pase de Román, y terminó cediéndoselo a Silva, que tocó al gol con tranquilidad. Ante la presión del uruguayo, Chichizola quiso rechazar, pero el balón le pegó en el pie de apoyo mientras preparaba el remate de derecha y ya no pudo recuperarse. De esta manera, el juvenil guardavalla terminó con su invicto de goles que tenía en el Clausura.

En desventaja, River fue rápidamente en búsqueda de la igualdad, que encontró en el amanecer del segundo período, tras una buena jugada individual de Lanzini, quien fue derribado dentro del área por Emiliano Papa y Héctor Baldassi cobró penal. Pavone entonces, a los 3, se hizo cargo de la ejecución y colocó el balón al lado del poste zurdo de Barovero para instalar el 1-1.

Tonificado por el gol y apoyado por la multitud que colmó el estadio, que comenzó a ejercer presión desde la tribuna, el equipo local insinuó una recuperación que quedó solo en el intento porque se repitió constantemente en errores de mitad de cancha para adelante. Sólo intentos aislados de media y larga distancia fueron los recursos de River, que nunca encontró la forma de volver a vulnerar a Barovero.

Vélez fue el que propuso, el que presionó, el que fue por la victoria, aunque no con muchas más ideas que su rival. Pero tuvo su merecido premio (Gareca puso a Martínez y terminó jugando con el Burrito, David Ramírez, Ricky Alvarez, Moralez y Silva, todos jugadores ofensivos). En el minuto 39, Ricardo Alvarez hizo una gran jugada individual y definió al cuerpo de Chichizola. El rebote del arquero lo tomó David Ramírez, jugador que tampoco pudo rematar al gol, y finalmente, en el tercer intento, Silva, con cara externa ubicó el esférico al lado del poste izquierdo.
Tal vez demasiado premio para Vélez, aunque los tres puntos justifican en su constante búsqueda y contundencia. A diferencia de un mezquino River, que se había conformado con el empate y en su cancha sólo intentó con alguna contra sin precisión.