Fue un duelo táctico entre Eduardo Berizzo, técnico de Estudiantes, y Jorge Da Silva, el entrenador de Godoy Cruz. La visita se paró con un 4-3-2-1 que le había funcionado a la perfección ante Boca e Independiente. Con Russo y Zelmar García en los laterales, Olmedo como cinco (Damonte y Rojas por derecha e izquierda respectivamente), Villar y Carlos Sánchez unos metros más adelante y Tito Ramírez como referencia arriba.

Un sistema preparado para frenar a un rival que va a salir a atacar y despegar rápido para aprovechar un contragolpe. Pereció Estudiantes ante el orden de su rival. A pesar de contar con el regreso de Juan Sebastián Verón en la mitad de la cancha, su estratega. El Toto paró a tres centrales en el fondo (Roncaglia, Desábato y Fernández); Mercado y Nelson Benítez como carrileros. Sánchez-Verón en el medio. Barrientos-Leandro Benítez como generadores de juego y Leandro González como único punta.

En los pequeños duelos casi siempre ganaron los visitantes y el primer tiempo se fue con el marcador en blanco y con pocas situaciones claras de gol. Estudiantes fue dueño de la pelota y se plantó en campo rival, pero nunca supo romper el cerco defensivo de su rival. Es que Olmedo le ganaba a Matías Sánchez en el medio. Zelmar García frenaba a Mercado y Russo le ganaba a Benítez. Ramírez le daba aire al Tomba aguantando la pelota arriba, mientras que Villar, Rojas y Carlos Sánchez trataban de cuidar el balón.

En el complemento, Estudiantes se pinchó. Tanto chocar contra la pared de jugadores de camiseta blanca y azul generó impotencia en Verón y sus compañeros. Promediando el segundo tiempo, Godoy Cruz atacaba por derecha con Villar, Carlos Sánchez y Ramírez, mientras que Olmedo se acercaba y Rojas esperaba por el otro lateral. Poquito para que Estudiantes defendiera con 9 hombres cerca del arquero Orion. Y el pincha tuvo que beber un poco de su propia medicina. Llegó el error, falta sobre la izquierda. Pelota parada, centro de Rojas, con zurda, para que se cierre contra el arco. Apareció Damonte, puso la cabeza, pero la pelota le dio en el hombro, cambió su recorrido y se metió por el segundo palo. Gol, 1-0 y misión cumplida. El Tomba mantuvo su juego. Orden bajo el mando de Olmedo para defender, tranquilidad con Villar para cuidar el balón.

Poco importó que ingresaran Enzo Pérez, Rodrigo López y Juan Pablo Pereyra. Estudiantes buscó el empate con centros al uruguayo, sin efectividad. Con pocas ideas para quebrar a los duros centrales del equipo mendocino: Leonardo Sigali y Nicolás Sánchez, altos y muy firmes ante cada intento del local. Así se fue el partido, con el 1-0 instalado, los tres puntos para Mendoza y la punta que se le escapó al Pincha de Berizzo.