Como considera con razón total que Boca es lo máximo en su carrera como técnico, Julio Falcioni está dispuesto a decidir según sus convicciones, evitando cualquier tipo de concesiones, una intención que inclusive abarca a un ídolo como Riquelme, hasta ahora un intocable para los anteriores entrenadores. Sabe el técnico lo que representa Román en tiempos de talentos escasos. Y lo valora como eximio pensador futbolero. Sin embargo, hay dos evaluaciones que el crack todavía no aprobó: la física y la humana. Por eso el 10 fue suplente en el arranque del ensayo formal de ayer y se encuentra en duda para enfrentar el sábado a All Boys, en la Bombonera.

No le gustó a Falcioni el modo de manejarse de Riquelme en los últimos días. No le generó ninguna gracia que Román le dijera antes a la prensa que a él que se bajaba del clásico contra Racing por el esguince leve de tobillo derecho. Tampoco fue del agrado del DT que el 10 el lunes saliera por radio a subirse al partido contra All Boys cuando ni siquiera se había desarrollado la primera práctica de la semana.

Entonces Falcioni, ese hombre con cara de malo que está dispuesto a ganar o a perder con sus creencias, eligió una estrategia que transmite varios mensajes. La comenzó a ejecutar el martes, cuando le destinó a Riquelme un severo y exclusivo trabajo físico de 55 minutos con el profe Gustavo Otero. Ahí, sin palabras y con hechos, el técnico le dijo a Román: “Ojo que para mí no estás bien físicamente. Tenés que mejorar”.

La historia continuó ayer a la mañana, en Casa Amarilla, con la práctica de fútbol. Ahí Falcioni eligió como titulares a Javier García; Clemente Rodríguez, Caruzzo, Insaurralde, Monzón (por una fuerte contractura, fue sustituido por Calvo, quien se acomodó de 4 y Clemente saltó de 3) Chávez (en el sitio del expulsado Rivero), Somoza, Battaglia, Erviti (cumplió la suspensión de una fecha y ocupó el sitio de Colazo); Mouche y Palermo (salió en el tramo final y entró Viatri, algo que no pareció dejar precisamente contento al goleador histórico).

¿Y Riquelme? A Román le entregaron una pechera suplente. Ahí, sin palabras y con hechos, el técnico le avisó: “Cuidado Román. Me gustó el 4-4-2 que puse con Racing y por ahí repito el esquema. Aunque sientas que estás para jugar, puede ser que no juegues”.

Esa determinación de Falcioni provocó un revuelo mediático, tanto que varios móviles de TV que no calculaban estacionar en Casa Amarilla hacia allí debieron partir de urgencia… Pero el entrenador, astuto, siguiendo sus pasos de Banfield, en la segunda etapa, cambió: titular Riquelme. Aunque no lo había convencido porque lo observó desequilibrado, volvió al 4-3-1-2 del debut ante Godoy Cruz. Entró Román por Chávez y Battaglia se mudó a la derecha, donde no había rendido ante los mendocinos. Ahí, sin palabras y con hechos, el DT le comunicó al 10: “No estás descartado, pero tampoco confirmado, eh. Acá, de ahora en más, es igual para todos. Juega el que a mí me parece que está mejor” .

¿Jugará Riquelme ante All Boys? Hoy habrá más fútbol en Casa Amarilla. Ahí de nuevo Falcioni probará porque no le gustó nada el 0-2 de ayer ante los suplentes dibujado con los goles de Riquelme y de Araujo. Lo que seguro se descubrirá tras el mediodía es si Román se concentrará. Hasta el momento, el 10 se encuentra en duda. Y como nunca sucedió en Boca, no es por sus sensaciones sino por decisión de un entrenador que valora mucho lo físico y el funcionamiento colectivo, que percibe que este Riquelme no marca diferencias como en su mejor versión.

¿Cómo llegará Riquelme a la práctica de hoy? Es otra incógnita a develar. Desde su entorno cuentan que concluyó con dolor en la rodilla izquierda, la operada en mayo de 2010. ¿Estará bien Román? ¿Volverá a bajarse? ¿O lo bajará ese técnico que lucha por sostener sus convicciones?

Un grupo de fanáticos de Juan Román Riquelme convocó ayer a un banderazo en el Obelisco en apoyo a Román. La cita era para ayer a las 18.30. Fue una idea sin respuestas masivas: cerca de las 19, no había en el lugar más de medio centenar de hinchas.