Era una noche en la que los sueños argentinos estaban depositados en arrimarse al Támesis, al Big Ben y a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. No pudo ser... Fue una jornada bastante diferente a la ideal. Una noche en la que los chicos del Sub 20 dieron cuenta del cansancio acumulado, en la que el fútbol de Iturbe y compañía no subió a escena y en la que no hubo la reacción animica de otras veces. Así, con el 1 a 0 de Uruguay consumado, el equipo de Perazzo pareció despedirse del sueño de defender el bicampeonato olímpico. Una pena... Con este mal trago, Argentina no pudo en los 90 minutos asegurarse siquiera un lugar en el Mundial de Colombia. El sábado, justamente, enfrenta a Colombia...

La lluvia, vieja conocida de esta zona, tuvo un rol clave. El agua cayó antes de que empezara a rodar la pelota y continuó en forma de llovizna. El que siguió sufriendo las consecuencias fue el de por sí castigado césped de la Universidad Nacional de San Agustín. Y las que también se vieron afectadas fueron las piernas de los jugadores, que vienen trabajando a destajo cada tres días.

Así, la conjunción entre piso resbaladizo y físicos agotados dio como resultado un inicio a puro blooper: el más claro fue el tiro de esquina que intentó ejecutar Mayada, se cayó, le pifió y la pelota terminó mansita al lado de los fotógrafos...

Uruguay salió mirando con simpatía el empate. Verzeri paró una defensa con tres centrales, plantó cinco volantes y un 9 corpulento (Machado) para que le aguantara la pelota a Adrián Luna, la joyita charrúa. Igual, fueron los uruguayos los que mejores situaciones tuvieron frente a los arcos.

Perazzo volvió a poner un 4-4-2, como contra Brasil. Martínez intentando por derecha; Mosca, por izquierda. El problema era que en la mitad de cancha había una superpoblación de futbolistas y los espacios, claro, brillaban por su ausencia. Hablando de eso, Iturbe también anduvo escaso de participaciones.

Además de lo que pasaba en el medio --se insiste, era poco y nada lo que ocurría allí--, las defensas estaban mucho más seguras que los ataques. ¿Entonces? La diferencia que podían sacarse argentinos y uruguayos pasaban por arrestos individuales. Matías Vecino, por caso, era uno de los que lo lograba cuando lo dejaban hacer por la derecha de la defensa rival. Y a Funes Mori, en la única que pudo, se le fue afuera.

El arquero Andrada respondía cada vez que lo exigían: salvó ante Vecino con los puños, la sacó bien en un anticipo de Cayetano (luego, Machado la metió pero con falta) y volvió a responder bien en el segundo tiempo, ante Mayada.

Battaglia intentaba pero Argentina no jugaba. Uruguay se hizo más superior aún en el complemento, con el empuje de Polenta. Y bastó que Luna tocara una pelota para que Uruguay volviera a los Juegos Olímpicos después de 84 años. El diferente uruguayo rompió la línea de volantes y metió un pase en cortada exquisito para que entraran Vecino y Federico Rodríguez. Este último pareció arrancar adelantado, pero no tocó la pelota. Acompañó el movimiento de la figura de la cancha, que se la picó a Andrada: 1 a 0. Argentina ya no reaccionó. Argentina no funcionó ni con los ingresos de Díaz, Ferreyra y Zuculini. Argentina sólo tuvo un remate de Ferreyra y otro de Cardozo. Argentina, seguramente, mirará por TV el regreso de Uruguay a los Juegos Olímpicos...