En sólo 34 segundos de grabación, el –¿todavía?– DT Alejandro Sabella expuso sin entrar en detalles el cuadro de situación de la noticia que hizo estallar la concentración de Estudiantes en City Bell, cuando primero dijo que daba “un paso al costado” pero después recalcó que “me tomaré un tiempo hasta mañana para tomar una decisión”. Ambas determinaciones conmocionaron el ambiente del campeón del fútbol argentino. Después de recibir anoche en su casa de Tolosa el apoyo de un grupo de hinchas autoconvocados, Sabella tiene previsto reunirse hoy a las 13 con su cuerpo técnico mientras el plantel lo espera cuatro horas más tarde para la práctica. ¿Irá? Esto dijo Sabella a las 15 tras abandonar el country con el gesto apesadumbrado –dicen que cuando vio que unos 40 hinchas lo alentaban e insultaban a los dirigentes, hasta lloró– ante un racimo de acalorados periodistas: “Para decir la verdad, me reuní con los directivos y con los jugadores y decidí dar un paso al costado. Ellos me pidieron que revea la situación y bueno, me tomaré un tiempo hasta mañana para tomar una decisión. Eso es todo lo que tengo que decir.” Lo breve del reloj no explica la rabieta de Sabella para tomar semejante determinación, ni por qué un hombre tan futbolísticamente correcto decidió dar un portazo luego de ser el ideólogo del equipo campeón y a nueve días de estrenar el título frente a Newell’s. Eduardo Vera, responsable del departamento de Fútbol Profesional que habló con el entrenador, argumentó que confía “en que la inteligencia de Sabella lo lleve a reflexionar para cambiar su decisión, cosa que nos comunicará seguramente mañana. Primero nos planteó dar un paso al costado pero creo que al final va a seguir siendo el DT de Estudiantes .” Muchos sospechan que Sabella explotó de bronca porque los dirigentes no le trajeron los refuerzos que pretende , pero el sacudón fue tal que hasta los propios jugadores se llenaron de preguntas cuando el técnico les contó su decisión.

“A nosotros nadie nos comunicó nada. Sabía que Sabella quería potenciar el plantel, pero la dirigencia también tiene sus necesidades. Hoy hicimos una práctica buena, qué se yo … No se rumoreaba nada. Después salió el tema por TV y me sorprendería que se vaya porque estamos encima del torneo y tenemos el equipo armado”, dijo Rodrigo Braña. Juan Sebastián Verón y el resto de sus compañeros eligieron el silencio. Un silencio contraproducente que sólo sirvió para llenar el cielo de rumores.