Una agitada noche tuvo el personal de guardia del hospital Pediátrico de Corrientes en la madrugada del primer día del 2011. Se registró el ingreso de al menos 30 chicos con lesiones de distintas consideraciones, pero el de mayor gravedad fue un menor de 12 años que llegó al centro de salud en estado de ebriedad y con heridas de quemaduras en el pecho por la explosión de una lata empleada para hacer detonar la pirotecnia. En otros casos un menor podría quedar ciego por el impacto de un corcho y otro sufrió la amputación de un dedo por la explosión de un cohete.

En comunicación con el programa radial Tiempo de Noticias el doctor Alberto Braverman, director del hospital Pediátrico informó que en año nuevo la mayoría de los casos fueron desgracias con suerte porque no hubo muchos pacientes graves.

“Hubo alrededor de 30 chicos, algunos con heridas leves pero tenemos todavía 4 internados. Uno con una explosión realmente muy insólita que le provocó lesiones en el pecho. Pusieron el cohete en una lata”.

“Lo peor es que la víctima es un chico de 12 años que tenía un alto grado de alcoholemia. El accidente provocó heridas pero no afectó órganos vitales ni en los ojos. Tuvimos que intervenirlo quirúrgicamente para sacarle esquirlas”, explicó Braverman.

También se refirió al estado de un niño de 5 años quien podría perder la visión de un ojo, “le pegó un corcho de una sidra. Ahora está internado en clínica y los oftalmólogos están viendo la manera de salvarle el ojo pero esta difícil. Vino muchas horas después del incidente y por eso es muy difícil evitar la infección”.

“Ingresó además en la madrugada del 1 de enero otro chico con politraumatismo. Era llevado por los padres que estaban ebrios en una moto. El menor tiene fractura brazo”,agregó el profesional.

Por último dio a conocer que un menor sufrió la amputación de un dedo por la explotación de pirotecnia, “en el accidente perdió dos falanges”, precisó Braverman que aclaró que no hay nadie en la sala de terapia”.