Faltaban 23 segundos para el cierre del partido. Agazapado en la línea de libres, Emanuel Ginóbili se alistaba para poner el broche a un nuevo triunfo de los Spurs, el décimo en fila desde el inicio de la racha, hace 20 días ante Minnesota. Entonces, desde las tribunas del AT&T Center, los 18 mil espectadores empezaron a corear tres letras que, en la jerga de la NBA, significan mucho: MVP (Jugador Más Valioso). Una muestra más de lo que está pesando Manu en este contundente comienzo de temporada de San Antonio (25 triunfos y 3 derrotas), el undécimo mejor arranque en la historia de la liga más importante del planeta. Como hace menos de una semana, la víctima fue nuevamente Denver, esta vez por 109 a 103, y otra vez el bahiense fue una guía para su equipo, con 22 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes.

El presente estelar de Ginóbili tiene detrás un sustento colectivo que le permite brillar cada noche. San Antonio cuenta con un conjunto bien amalgamado por Gregg Popovich, con una serie de individualidades que, aún con altibajos, marcan la diferencia. Ante los Nuggets, que no pudieron contar con Carmelo Anthony debido al fallecimiento de su hermana, dos de los estandartes del equipo, Tim Duncan y Tony Parker, tuvieron una jornada opaca, pero ahí aparecieron dos habituales actores de reparto, Gary Neal (22 puntos) y Richard Jefferson (16), para acompañar a Manu en la remontada del último cuarto (arrancaron ese período con una desventaja de 9 puntos), sentenciada con un parcial de 29-14 y coronada por un triple del bahiense que les permitió, a menos de tres minutos del final, tomar la delantera y no volver a ceder el comando. Al cierre de esta edición, los Spurs buscaban estirar la racha en su visita a Orlando.

Otro que cerró la noche con una sonrisa fue Luis Scola, que aportó 22 puntos y 3 rebotes en la victoria de Houston ante Los Angeles Clippers por 97-92. El capitán de la Selección argentina fue el segundo anotador de su equipo, detrás de Kevin Martin, que sumó 28. Para los Rockets fue el cuarto triunfo consecutivo, lo que les permite arañar el 50 por ciento de efectividad (tienen un récord de 14-15) tras un difícil arranque de temporada, con cinco derrotas seguidas.

Quien no logra enderezar el rumbo es Philadelphia, que cayó 84-80 ante Boston, el mejor equipo del Este. En el perdedor, Andrés Nocioni arrancó como suplente y apenas estuvo 9 minutos en cancha, en los que sumó 3 puntos y 2 rebotes. Los Sixers quedaron con 18 derrotas en 29 partidos.