River despidió un año atípico en su historia con una actuación brillante. En el Sur venció 4-1 a Lanús y se aseguró el cuarto lugar en un Apertura que lo tuvo pensando más en la tabla de los promedios que en la pelea en los puestos de arriba. Además, fue el mejor de los cinco grandes al superar a Racing, que fue sexto.

El conjunto de Núñez definió el partido en dos minutos en el segundo tiempo con goles del paraguayo Adalberto Román, de cabeza, y Mariano Pavone -de penal-, quien además convirtió el cuarto a los 30 minutos de la misma etapa. La primera parte terminó igualada en un tanto por las conquistas de Erik Lamela para la visita y Silvio Romero, también de penal, para el local.

Los errores defensivos de Lanús precipitaron la pérdida del invicto del ciclo de Gabriel Schurrer, que registraba tres éxitos y una igualdad. Fallas de ambos laterales (Maximiliano Lugo por no cerrar un centro de Roberto Pereyra y Carlos Arce por dejarse anticipar por Lamela) facilitó la apertura el marcador para cristalizar el dominio que la visita impuso desde el comienzo. El segundo, un cabezazo estupendo de Román.

El tercer gol llegó por un penal innecesario que Santiago Hoyos (unos minutos después se fue expulsado) le cometió a Pavone y el cuarto, por un blooper de Mauricio Caranta, quien demoró en jugar una pelota con sus pies y provocó el bloqueo de su remate por parte del mismo delantero.

Más allá de los regalos ajenos, River jugó un buen partido, con un absoluto control de su desarrollo, buen trato de pelota en Lamela y Pereyra y mucha entrega con Matías Almeyda y Pavone como abanderados. Buena manera de terminar un 2010 turbulento.