El objetivo de esta medida es aislarlo del resto de los presos, ya que, desde su llegada al penal, el pasado martes, causó una conmoción entre sus compañeros, que en su mayoría, no dudaron en manifestarle su apoyo. "Está muy animado, parece que está resistiendo", dijo Mark Stephens, uno de sus abogados.

Assange había solicitado una computadora portátil para poder escribir, aunque las autoridades penitenciarias se la denegaron porque es un privilegio del que carecen todos los reclusos.

"No tiene acceso a la PC, ni siquiera sin conexión a Internet, para poder escribir. Él tiene algunas líneas pero no tiene un papel o un sitio donde plasmarlas", indicó el letrado según el diario español El Mundo.

No obstante, parece que en las próximas horas podrían permitirle usar una, como las que utilizan otros presos, aunque con acceso restringido a la Red, como parte del programa "Acceso a la Justicia", para que pueda trabajar en su propio caso, según informó el diario ’The Guardian’.

El mismo diario indica que el propio Assange posiblemente fue quien solicitó el traslado.

A diferencia del resto de los reclusos, el responsable de Wikileaks cuenta con un teléfono móvil, cuyo uso le está permitido durante una hora diaria, para poder coordinar la asistencia consular que el ministro de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, prometió que le proporcionaría su Gobierno, tras conocer la noticia de su detención.

Assange permanecerá en prisión hasta el próximo 14 de diciembre, cuando un tribunal decidirá acerca de su extradición a Suecia, donde la Justicia lo reclama por varios delitos sexuales contra unas voluntarias que colaboraron con su portal.

El fundador de esa controversial web manifestó su rechazo a viajar a Estocolmo y se declaró inocente de todos los cargos, al considerar que estas denuncias son parte de un complot político orquestado por Estados Unidos por la divulgación de documentos confidenciales sobre ese país.