Estudiantes vive horas de esperanza grande, pero también de cierta tensión anímica. Por un lado, sabe que hoy mismo podría conseguir su quinto título local, para lo cual necesita ganarle a River y que Vélez no consiga los tres puntos ante Huracán. Pero a su vez tiene en claro que en el cardíaco mano a mano que sostiene con Vélez, el escenario de esta penúltima fecha se le presenta bastante más exigente que al equipo de Liniers. Mientras Estudiantes se las tendrá que ver en el Monumental ante un River que vive días impensadamente felices, Vélez será local frente a Huracán, un equipo que no sólo arrastra cinco traspiés consecutivos, sino que viene exhibiendo marcadas falencias a nivel colectivo e individual. Si todo sale como pretende Estudiantes, hoy a las 19 habrá un nuevo campeón. En cambio, si Vélez logra mantener el suspenso, el título se definirá el domingo o el martes, en este último caso siempre y cuando haya un partido desempate, que en principio se jugaría en el Monumental.

Estudiantes es un equipo que a lo largo del torneo se supo sobreponer a casi todas las dificultades que se le presentaron, que no fueron pocas. En casi todos los partidos jugó con a lo sumo un delantero puro. Tras la ida de Mauro Boselli al Wigan, Rodrigo López jugó poco y nada por una lesión. Gastón Fernández no pudo estar en el arranque del torneo por el mismo motivo y en este último tramo se convirtió en una suerte de salvador del equipo, con cinco goles clave. Cuando no estuvieron ni López ni La Gata, Leandro González -hoy lesionado- se las ingenió para cumplir siempre. Pero hoy Estudiantes deberá sobrevivir a la ausencia de dos de sus tres mejores jugadores (el otro es Braña): no estarán ni su emblema (Verón) ni su jugador con más fantasía (Enzo Pérez), suspendidos. En sus lugares estarán Matías Sánchez y nuevamente Maximiliano Núñez.

En River, que desde que asumió Juan José López consiguió diez de los doce puntos que jugó, también habrá dos cambios: Matías Almeyda, recuperado de su lesión, por Josepmir Ballón, y Rogelio Funes Mori por Ariel Ortega, excluido por su faltazo del lunes.

Sin Verón y sin Ortega, el partido no tendrá el carácter caliente que se esperaba hace una semana. La Bruja había protagonizado una polémica dialéctica con Almeyda, quien lamentó la ausencia del capitán de Estudiantes. Y Ortega había tenido un fuerte cruce, con violencia física y verbal, con Leandro Desábato en el anterior partido, jugado en la cancha de Quilmes.

Desde aquella polémica final del Clausura 2009 que Vélez le ganó a Huracán, los partidos entre estos dos equipos tienen un fuerte contenido emotivo. Y el de esta tarde no será la excepción, más allá de que en lo futbolístico Vélez parece llevarle una diferencia abismal.

El regreso de Fabián Cubero, recuperado de su lesión, por Augusto Fernández (sufrió una fuerte contractura en Mendoza) será la única variante en Vélez, que de local ganó siete y empató uno (con Estudiantes).

El casi seguro regreso de Gastón Machín es la novedad más relevante en Huracán, hoy ubicado en zona de Promoción.

Será, entonces, un miércoles de fiesta o de suspenso.