José Mourinho es el actual rey del juego sucio en el fútbol. El entrenador está siempre en todos los detalles y cualquier recurso es bueno para ganar. De hecho, exprime al máximo los reglamentos y las situaciones del juego. Esta vez, se ganó un lugar en las noticias al ordenarles a dos de sus futbolistas que se hicieran expulsar para que no acumularan tarjetas amarillas pensando en los octavos de final de la Liga de Campeones.

Durante el segundo tiempo de la goleada sobre el Ajax en Holanda, se lo pudo ver a Mourinho hablando por lo bajo con su ayudante de campo y luego con el arquero suplente Jersey Dudek. De allí salió la orden para Xabi Alonso y Sergio Ramos, quienes ya estaban amonestados y llegaban a la segunda tarjeta amarilla en la Champions, quedando al borde la suspensión cuando se vienen los octavos de final.

Una vez finalizada la charla, Dudek se dirigió hacia el arco de Iker Casillas y le comunicó la decisión. El arquero titular, capitán del equipo, fue quien les trasladó el mensaje a Xabi y Ramos que debían hacerse amonestar nuevamente.

Y así ocurrió. A poco del final, los dos vieron su segunda amarilla por demorar el juego y pese al teatro de Mourinho, lamentándose por las expulsiones, en Madrid todos terminaron felices.

Los expulsados no podrán estar en el último partido del grupo ante el Auxerre, que nada define. Pero llegarán a octavos de final con tan solo una amarilla en su haber, a dos de una nueva suspensión y no a una como habrían quedado si Mourinho no tomaba esa decisión.