Juan Román Riquelme salió del vestuario como todo Boca, con la cabeza baja y el ánimo por el piso. Pero el Diez lo vivió de una manera especial. Era su partido, pero apenas pudo completar 45 minutos de juego. Encima, su equipo perdió. "estamos molestos, dolidos", dijo en el Monumental.

Dentro de ese dolor y de la bronca que le generó a Román la derrota, el enganche negó la superioridad que se vio en el campo de juego por parte del equipo de Juan José López. Riquelme aseguró que fue "un partido chato" y que River "se encontró con una pelota parada y nada más". Además, reconoció la capacidad de Maidana para cabecear.

"Fue feo de las dos partes. Fue lo que se esperaba. Ninguno arriesgó demasiado", agregó Román, quien no quiso hablar del futuro de Borghi y de lo que sucedió en el vestuario tras la caída. "Mañana entrenamos a las 9", dijo.