La terapia online es un fenómeno que crece día a día, gracias a las nuevas tecnologías que permiten que terapeuta y paciente se encuentren a distancia, pero pudiendo verse y escucharse, sin perder la expresividad. Esto permite que cada vez más haya pacientes que prefieren la terapia virtual a la tradicional.

El Centro de Estudios Especialista en Trastornos de Ansiedad (CEETA) ha implementado con éxito este tipo de consulta vía skype (programa que permite hablar y verse a través de la PC) desde hace varios años.

En la actualidad cuentan con pacientes de lugares lejanos dentro de Argentina, como Mar del Plata, San Martín de los Andes, Mendoza, Salta; y en el exterior, en Canadá y Chicago. Incluso los hay de la zona que por diversas razones optan por esta forma de intercambio de información y tratamiento.

“Se trata de personas que por una cuestión de lejanía no pueden acercarse al centro a tener una terapia cara a cara, y que no han encontrado en el lugar donde viven especialistas en la materia”, explicó la licenciada Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA.

Además, Martínez Castro destaca que algunos pacientes, al no compartir el mismo espacio físico, se sienten más desinhibidos y pueden hablar de cuestiones personales con mayor soltura.

Los pacientes son de todas las edades, desde estudiantes hasta personas mayores que se han adaptado a las nuevas tecnologías para poder acceder a este servicio.

“Igualmente creo que la terapia online está en pañales, somos muy pocos los que hemos comenzado. Queda mucho por hacer, pero es una solución muy importante para personas que necesitan este tipo de terapia y que están en lugares muy alejados”.

Pero la terapia vía internet no es para cualquier tipo de paciente, ya que muchas veces es imprescindible la presencia física del terapeuta.

“La terapia online es inviable en caso de que el paciente sufra un trastorno muy severo, en donde sea necesaria la presencia física del terapeuta para acompañarlo, para acompañarlo o para hacer un afrontamiento”, finalizó Martínez Castro.