En este sentido, indicó que aún "el nivel del agua no permite hacer nada". Si bien reconoció que se estuvo haciendo un trabajo de evaluación sobre la conexión, lo que permitió saber a ciencia cierta cómo afectó la crecida del arroyo, que provocó el socavamiento de los terraplenes, en su totalidad en uno de los extremos y la media calzada en el otro.

Con respecto a la tareas específicas, el funcionario indicó que pretenden realizar una ampliación de la longitud del Bailey. "De los 10 metros que tiene actualmente, se  avanzará con 30 metros más, porque sabemos que esta problemática va a ser una constante", reconoció.

Sin embargo afirmó que el problema para los operarios de Vialidad Provincial son las continuas lluvias, en este sentido precisó que incluso después de que baje el nivel del río Uruguay, no deja de crecer el Virocay, por lo que todo depende del nivel que tenga el arroyo como consecuencia de las precipitaciones para poder trabajar en la instalación del puente.

En otro aspecto, Espíndola remarcó que todas las refacciones que realizan en el viaducto corren por cuenta de la administración de Vialidad Provincial. "El organismo es el que está a cargo de recolectar todo el material que se utilice en el puente", explicó.

Finalmente expresó que personal de la entidad vial asentado en Virasoro se encuentra monitoreando la altura del río, "y cuando llegue al nivel que se necesite se comenzará a realizar los trabajos, que tienen como objetivo dejar en pleno funcionamiento el nexo de Garruchos y Garabí con Santo Tomé".

Mientras tanto sigan las inclemencias climáticas, los trabajos sobre esta importante vía de conexión seguirá retrasándose, ya que el cauce del arroyo impide iniciar las tareas que pretenden dejar bien asentados los terraplenes que habían cedido en la totalidad de uno de los extremos y la media calzada del otro, con las primeras inundaciones en el comienzo de año.





Fuente: El Libertador