El paro nacional anunciado por las centrales obreras opositoras, representadas por Hugo Moyano (CGT Azopardo), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y Pablo Miceli (CTA), tiene un alto efecto en las provincias del interior del país, garantizado por el acatamiento del gremio del Transporte UTA y una serie de piquetes protagonizados por grupos de izquierda.



En las principales ciudades como Rosario, Córdoba y Mendoza, buena parte de la gente no concurrió a trabajar hoy, ya sea por adherirse a la medida de fuerza o bien porque aunque quiso, no pudo. En la mayoría de los casos los bancarios y empleados de comercio decidieron mantenerse ajenos a la medida de fuerza.



En la ciudad santafesina, como en casi todo el país, no hay colectivos ni actividad educativa, tampoco funciona la recolección de residuos y las estaciones de servicio están cerradas. Hay pocos taxis, aunque una importante cantidad de piquetes hace más efectiva la huelga. La prensa local reportó que algunos comercios que abrieron cerraron por falta de clientes.



En la capital mendocina sólo funciona el 20% del servicio habitual del transporte público. Desde temprano, militantes del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero (PO) se agruparon en el nudo vial, en Costanera y Acceso Este, para cortar el poco tránsito que había esta mañana. Desde las escuelas públicas y privadas se pidió a los chicos que no concurrieran a clases.



En Córdoba no son muchos los gremios que se pliegan al paro, pero la falta de transporte y el corte del puente Centenario condiciona el desarrollo normal de la jornada laboral. Si bien las clases no fueron suspendidas, los alumnos que viven a más de treinta cuadras de su colegio tienen la falta justificada, mientras que los que residen  a una distancia menor pueden llegar una hora tarde. Y en el centro hay muchos comercios cerrados, pero abrieron los bares, los bancos y la Municipalidad, aunque con menos personal que el habitual.



En San Luis, un inspector municipal quedó internado tras ser atropellado por una camioneta, luego de una serie de incidentes registrados en la terminal de la empresa Transpuntano. Dirigentes de la UTA habían realizado un piquete para impedir que se cumpliera un servicio mínimo de colectivos dispuesto por la comuna, en medio del paro nacional opositor.



El acatamiento casi total del transporte de pasajeros en las ciudades de San Luis, Villa Mercedes y los servicios que van a distintos puntos de la provincia resintieron el resto de las actividades en las principales ciudades de la provincia, aunque el resto de los sectores trabajaba casi con normalidad.  San Juan -paran también los médicos- y Misiones, tampoco tendrán transportes ni clases.



En Neuquén los gremialistas de UTA y Camioneros adhirieron al paro pero realizan viajes en "solidaridad" con los vecinos afectados por la inundación que azotó a la capital en los últimos días, tras el intenso temporal de lluvias.



Salta, Jujuy y Tucumán se encuentran prácticamente paralizadas por la huelga general. En la provincia que gobierna Juan Manuel Urtubey no circula un sólo colectivo a pesar de que algunos choferes denunciaron "aprietes" para que sacaran a la calle unas pocas unidades. En Jujuy, los gremios docentes no se plegaron a la huelga y anunciaron que dictarán clases normalmente. Tanto allí como en Tucumán, militantes de la Corriente Clasista y Combativa realizaron cortes de ruta y marchas por el centro que complicaron el tránsito.



El paro nacional convocado por el sindicalismo opositor se sentía con fuerza hoy en Santa Cruz en

los sectores docente, judicial, hospitalario y municipal, en el transporte público urbano e interurbano de pasajeros, y en el correo.En los ingresos a las ciudades de Río Gallegos y Caleta Olivia, integrantes del gremio Camioneros mantenían cortado el acceso para transporte de pasajeros y cargas, sólo permitiendo el paso de vehículos particulares.