La “ciudad de las diagonales” desde el mediodía de este lunes se encuentra conmocionada por el crimen de un reconocido comerciante y una hija cuando se encontraban almorzando en su domicilio particular. Mientras la esposa del cerrajero se encuentra hospitalizada en grave estado. Los investigadores buscan pistas para dar con el o los autores del doble homicidio, mientras crece la preocupación entre los habitantes por la escalda de hechos violentos.











Las víctimas, fueron identificadas como Evaristo Padín (80), un armero y cerrajero muy conocido en la localidad titular de la ferretería ubicada en Antonio Galizzi 240 conocida como Cerrajería Padín, ubicada a media cuadra de la sucursal del Nuevo Banco del Chaco y de la Cooperativa, y su hija Gladys Padín (53) mientras que una tercera persona , la esposa de Padín, Elena Luisa Pegoraro (79) fue hallada con importantes lesiones pero con vida por lo que fue trasladada de urgencia a un centro asistencial donde permanecía hasta el cierre de esta edición en grave estado.





Por las características muchos no dudaron en comparar la saña con la que actuaron los delincuentes con el caso Roseo, donde el estanciero propietario de La Fidelidad y su cuñada Nelly Bartolomé fueron torturados a golpes hasta su muerte, caso por el que peligrosos delincuentes como Luis Menocchio, Salvador Borda y Claudio Gómez fueron condenados a prisión perpetua aunque este último logró fugar del Complejo penitenciario II sin que desde ese momento se tuvieran noticias de paradero.



El escenario era dantesco ante la incredulidad de los pobladores de esa localidad quienes se agolparon en gran número al lugar de los hechos, ya que el comerciante era una persona muy conocida y respetada en el medio.



Fuentes policiales indicaron a NORTE que el hecho habría ocurrido pasado el mediodía, luego de que la familia Padín cerrara su comercio. Una vez allí (y es lo que se trata de establecer) habría ingresado el o los agresores, que ultimaron a golpes con un objeto contundente al cerrajero y a su hija.



Peritos judiciales y policías recabando elementos en la escena del crimen. A medida que transcurrían las horas, eran más los curiosos que acudían a la vivienda del horror.El cronista de NORTE, dialogando con un hermano del comerciante asesinado.



En tanto la esposa del comerciante, fue agredida a golpes en el interior de la vivienda contigua al comercio, recibiendo graves heridas como traumatismo de cráneo con hundimiento de parietal y varios hematomas y cuando entraron los policías encontraron a Estela con signos vitales siendo trasladada al hospital de la “ciudad termal”.



No se descarta ninguna hipótesis, ya que lo llamativo del caso es que, según trascendió, no había signos de desorden en el lugar.



El luctuoso hecho habría sido descubierto luego de que varios clientes de la casa comercial intentaran ingresar y, como nunca, el comercio se hallaba cerrado. Esto llamó poderosamente la atención, lo que llevó a los vecinos a preguntarse el porqué de esta situación. Ante estas dudas, un empleado de un supermercado vecino se aventuró a averiguar ingresando por un portón de un garaje y se encontró, aproximadamente a las 17, con este tremendo cuadro y los cuerpos ya sin vida en la parte trasera del comercio, por lo que dio inmediato aviso a la policía.



Padín y su hija que era maestra vivían al lado de la sucursal del Nuevo Banco del Chaco, y por el momento teniendo en cuenta la hora en que se habría producido el ataque, los investigadores confían en poder encontrar un testimonio clave de algún cliente del banco que haya visto o escuchado algo a esa hora, al salir o entrar a la sede bancaria.



El móvil



Hasta entrada la noche los investigadores no descartaban ninguna hipótesis, pero había un dato no menor que hacía sospechar que podría no tratarse de un robo. A simple vista en el lugar del hallazgo de los cuerpos existían varios elementos de valor que no habrían sido tocados, por lo que todo parece indicar que el crimen tendría otras aristas.



De todas maneras una fuente policial confió a NORTE que la investigación estaría bien encaminada y en las próximas horas podrían surgir importantes novedades en torno a este caso.



Interviene en el caso el Fiscal de Investigaciones Nº 4 Gustavo Valero quien se hizo presente en el lugar junto a peritos del Gabinete Científico del poder Judicial y jefes de la cúpula policial con asiento en Sáenz Peña encabezados por los comisarios mayores Máximo Llópiz y Claudio Osuna.



Consultado por este diario, el fiscal Gustavo Valero dijo a NORTE sobre si las víctimas presentarían lesiones con armas de fuego o arma blanca sostuvo que “a simple vista no, pero hay que esperar los resultados de la autopsia para definir esta cuestión”.



La inseguridad no cede



El doble crimen de este lunes marca la grave situación que vive la comunidad desde hace años en temas de inseguridad. Hace casi cinco años el comercio de la familia Padín ya había sido víctima de un asalto. (Ver aparte recuadro). El miércoles último, una profesora con discapacidad motriz y otra persona fueron golpeadas, maniatadas y robadas. Tiempo atrás – se registró un robo y posterior incendio- de la casa Roca Solá, donde su propietario salvó milagrosamente su vida.



Nadie puede dar explicaciones ni poner fin a los hechos vandálicos y constantes asaltos, donde la comunidad cree que existen zonas liberadas. Varias cúpulas policiales han cambiado en estos pocos años, sin que nadie haya podido resolver el problema de fondo para devolverles a los pobladores tranquilidad.







En el 2009 fueron asaltados



El matrimonio Padín –Pegoraro fueron víctimas de la inseguridad en junio de 2009, cuando la mujer había quedado sola en la cerrajería. NORTE en esa oportunidad publicó que por el hecho fueron detenidos Pablo Humberto Flores, alias “Macanaqui”, de 19 años, domiciliado en la calle Pueyrredón sin número y Luis Alfredo Fernández también de 19, radicado en el barrio Santa Lucía.



De oficio carpinteros –según informó en aquel entonces la Policía del Chaco- ingresaron al comercio ubicado en calle Antonio Galizzi al 242 y redujeron a punta de arma de fuego a Estela Pegoraro, exigiéndole la recaudación. Se dieron a la fuga pero alertada la policía de Machagai fueron detenidos a cuatro cuadras de la cerrajería, donde luego fueron reconocidos por la damnificada.