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Escuchar música con auriculares produce daños en pacientes cada vez más jóvenes

2014-02-02 21:39:14 |El uso de auriculares por encima de los niveles permitidos causa daños irreversibles, que se ven con mayor frecuencia en consultorios. La mayoría de los casos se detectan durante los controles  de rutina que se solicitan para el ingreso a las fuerzas de seguridad o para obtener el carnet de conducir.
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Los casos de jóvenes que experimentan síntomas de pérdida de la audición son cada vez más frecuentes en los consultorios correntinos. El uso de auriculares -con volumen excesivo- para escuchar música durante periodos prolongados, es la causa que los especialistas asocian directamente a este fenómeno, y advierten que continuará en aumento en los próximos años.

Los análisis de rutina que se solicitan para el ingreso a las fuerzas de seguridad o para tramitar el carnet de conducir, son las ocasiones en las que se detecta la mayoría de los traumas auditivos. Recomiendan tomar medidas preventivas desde edades tempranas, ya que la exposición comienza durante la infancia y se profundiza durante la adolescencia.

Los especialistas señalan que actualmente las lesiones y la pérdida de audición están directamente vinculadas con el uso de auriculares. “Hay dos tipos de problemas auditivos que están causados por factores externos. Uno tiene que ver con la contaminación ambiental, que es la que se produce por los ruidos de los aeropuertos, vehículos o fábricas, que afectan particularmente a los trabajadores de ciertos rubros que no toman los cuidados necesarios. Después tenemos la contaminación ambiental musical, que es la que ha tenido un crecimiento muy grande en los últimos años”, explicó a El Litoral el médico otorrinolaringólogo Jorge Iglesias.

“En los consultorios se ven cada vez más casos de jóvenes que empiezan con pérdida auditiva y que en un futuro van a ser hipoacúsicos”, aseguró el especialista. “Estamos ante una futura generación de adultos sordos, porque los daños empiezan a registrarse durante la infancia y la adolescencia, y se manifiestan cuando todavía son personas muy jóvenes”, advirtió.

El médico señaló que la mayoría de los casos de pacientes jóvenes con lesiones auditivas se detectan en estudios de rutina que se exigen para el ingreso a las fuerzas de seguridad. En los controles que se realizan desde hace algunos meses en la Dirección de Tránsito de la Municipalidad para obtener el carnet de conducir también se nota la pérdida de la audición, por lo que muchos pacientes deciden consultar a especialistas.

“Son traumas acústicos de origen musical. Esto se provoca porque cuando uno usa un auricular se genera una cavidad cerrada y generalmente el volumen está por encima de los 60 decibeles, que es el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, se escucha por encima del límite tolerable y en una cavidad que aumenta el porcentaje de decibles”, detalló Iglesias.

Según señaló el especialista, durante los últimos años se empezó a tomar más conciencia al respecto e incluso la industria tecnológica está colaborando. “En los reproductores de música de algunos celulares, el propio sistema advierte que se está superando el volumen recomendado y que se pueden producir daños en la audición. Este tipo de advertencias ya están generalizadas  en Europa, donde hay muchas campañas al respecto, porque ya tienen una población de adultos jóvenes que se están quedando sordos”, indicó.

En ese sentido, Iglesias señaló que la exposición a la música a niveles excesivos empieza a edades cada vez más tempranas. “Es normal que un chico tenga un reproductor musical o un celular desde los 10 años. Poco tiempo después, alrededor de los 15 ó 16 años, ya empieza a ir a fiestas o a boliches donde también se supera ampliamente los niveles de sonido admisibles. Todo ese daño se va acumulando en el oído y a los 18 o los 20 ya puede tener un trauma y empezar a perder la audición”, mencionó.

Con respecto a los síntomas de trauma acústico, el médico explicó que uno de ellos es el sentir un sonido permanente en el oído, como un zumbido. También puede manifestarse en una alteración en la discriminación de las palabras, es decir, el paciente escucha pero no entiende lo que se está diciendo.

“El trauma no produce dolor y los síntomas no son muy notorios. Es una patología silente y progresiva. Una vez que se detecta, no hay nada que hacer, ya que no hay tratamiento médico y es irreversible”, aseguró el especialista, quien señaló que los pacientes únicamente pueden acceder a un seguimiento de control y adoptar medidas profilácticas.





El Litoral
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