"Creo que (Jorge) Mangeri se volvió loco. Seguro que quiso abusar de ella y no pudo", expresó hoy Opatowski, en sintonía con la teoría de la querella que representa al padre biológico de la chica, Franklin Rawson.



Tras declarar como testigo ante el juez Javier Ríos, el hombre explicó por qué pasó de mostrarse incrédulo con la posibilidad de que el encargado del edificio de la calle Ravignani sea el culpable a estar seguro de su responsabilidad. "Es un psicópata", dijo

. Señaló, entonces, que lo más probable es que Mangeri siempre haya sido igual, pero que lo haya ocultado. "Ahora lo entiendo porque me lo explicó un médico.



En declaraciones a ese medio, Opatowski admitió que si tuviera enfrente a quien acusado como el asesino de su hijastra, lo "ajusticiaría personalmente". "Si a Mangeri lo tuviera adelante mío sería un hombre muerto", indicó. Aclaró, no obstante, que eso sólo lo dice figuradamente, y confió en que la Justicia actuará con corrección. "Está en el horno", consideró.



A la salida de Tribunales, el padrastro de la víctima dijo que "la declaración fue muy positiva". Contó que el juez le preguntó qué hizo el día del crimen y cómo era su relación con el encargado del edificio. 



Antes de ingresar a declarar, Opatowski avaló la investigación del caso, a la que calificó como "perfecta", mientras señaló que su familia siempre va a estar con la Justicia "sea que se falle con una pena de perpetua o 40 años de prisión".



Por su parte, Pablo Lanusse, abogado de Franklin Rawson, padre de la víctima, afirmó que "hay una clara connotación sexual" en el crimen. Al dejar Tribunales, el letrado apuntó contra Mangeri y dijo que no "existe el mínimo indicio de la presencia de un tercero".



"Se está queriendo instalar un relato mediático para victimizar al único acusado, el señor Mangeri", afirmó Lanusse.



"Respeto la estrategia de la defensa, pero no permitiré que se distorsione la verdad. La defensa tampoco puede actuar desde la verdad, ya que no cuestiona los hechos, sino las formas", concluyó.