La intención del Gobierno de la Provincia de reclamar legalmente a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) por los daños que produjo la apertura sorpresiva de sus compuertas, en el marco de la creciente que afectó a la provincia, fue calificado como “un acto de desprecio a la ingeniería no solamente del país sino también del mundo”, por el ingeniero Rodolfo Paladini, quien además es consultor de empresas, obras y servicios Públicos.



El hombre consideró que este reclamo pondría a Corrientes en “ridículo, como ignorantes y brutos frente a las autoridades nacionales, del resto del país y de Paraguay”. Paladini explicó que el río Paraná -el segundo más grande de América en cuanto a su caudal - tiene dos crecientes por año, una en verano, durante los meses de febrero y marzo y otra en invierno, entre julio y agosto, lo que se demuestra en el hidrograma (gráfico caudales-tiempo) de crecidas históricas dado por las lluvias que se producen en sus altas y medias cuencas con un caudal medio histórico anual de 17.000 metros cúbicos por segundo en la sección Ituzaingó-Corrientes, incluyendo el aporte del río Iguazú, el que con sus crecidas le da picos empuntados en el hidrograma.



Señaló además que cuando vienen caudales mayores a los 17.000 m3/seg, Yacyretá debe abrir las compuertas de los vertederos, que son sus fusibles, dado que el agua no se puede evaporar tan rápidamente en esas cantidades. Estos están diseñados para dejar salir una creciente de 100.000 metros cúbicos por segundo, por lo que la represa está diseñada para atender y soportar 117.000 m3/seg sin colapsar y que si vinieran mayores caudales pasarían por encima de los terraplenes y arrasarían con parte de Corrientes, Paraguay, Santa Fe y otras zonas. Es decir que superados los caudales máximos de operación sí o sí deben abrirse las compuertas de los vertederos, tal lo ocurrido en los últimos días.



Y agregó que se abrieron las compuertas derivando excedentes que no fueron turbinados, porque si no lo hacían, el agua se acumularía aumentando los volúmenes en el lago en 1.468.800.000 metros cúbicos por día, poniendo en peligro el régimen de maniobras.



“Pensar, el Gobernador, en iniciar demandas judiciales al Gobierno nacional en la Corte Suprema de Justicia, sería un soberano disparate y un acto de ignorancia, dado que no es culpable de las crecientes y del comportamiento hidráulico del río Paraná e Iguazú, y además debería iniciarlas contra Paraguay, el otro dueño de la obra. Acciones estas rayanas con la plena y total locura y de paranoia judicial”, señaló el ingeniero y consideró que el Gobierno provincial debería tomar medidas preventivas ante eventuales inundaciones en las costas correntinas. Un ejemplo de ellas sería que el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa) comisione a un técnico en la represa para que dé partes diarios, las alturas de los ríos Paraná e Iguazú, las lluvias en las cuencas de los mismos, entre otras.



Las aguas del Paraná subieron drásticamente en los últimos días, llegando a superar los 8 metros en algunas zonas. Esto provocó el anegamiento de varias localidades ribereñas y la evacuación de cientos de familias, muchas de las cuales fueron reubicadas y recibieron asistencia sanitaria y alimentaria.



La decisión de reclamar judicialmente a la EBY por los daños de la creciente fue tomada por funcionarios del Gobierno en Isla Apipé