El papa Francisco mantuvo este sábado un largo encuentro con el presidente uruguayo, José Mujica, a quien le agradeció su esfuerzo en Uruguay por construir un Gobierno "que establezca un clima de diálogo y de colaboración".



Así lo reveló Mujica a la prensa tras la entrevista, que duró casi 45 minutos y fue la más larga concedida por el papa argentino a un mandatario, según el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, citado por la agencia internacional AFP.



"A la Iglesia católica se la critica por una cosa u otra, pero no se le reconocen los aportes por sus esfuerzos por mitigar las diferencias sociales. Soy un admirador político de la Iglesia católica", sostuvo Mujica.



Por otra parte, el presidente vecino dijo que si bien Uruguay es un país laico y que él no es creyente, le pide "a todas las iglesias que traten de dar una mano con el tema de la pobreza que no se arregla solo con dinero".



El papa Francisco, en tanto, se mostró "muy feliz" de haberse reunido con "un hombre sabio", según sostuvo el portavoz del Vaticano.



Ambos dialogaron, entre otros temas, sobre la situación en Colombia y Francisco le expresó una especial consideración a su gobierno por el esfuerzo de establecer "un clima de diálogo y de colaboración", señaló el portal de Presidencia de Uruguay, un mensaje de Francisco que pareció retomar sus habituales críticas al Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner en la Argentina.



"Hablar con el papa Francisco es como hablar con un amigo del barrio.

Es un Papa que yo creo que, si lo dejan, se va a poner a hacer una revolución en el seno de la Iglesia, hacia la sencillez. Sigue siendo un hombre austero como toda su vida, no vive como otros Papas y creo que van haber cambios muy, muy importantes en la vida de la iglesia", subrayó Mujica.



Según explicó a la prensa, había decidido no asistir a la asunción del Papa porque era una fiesta de la comunidad católica y él no es creyente, aunque ahora tomó la decisión de visitarlo por la importancia para América que representa el Sumo Pontífice, en particular para la comunidad cristiana.



El presidente uruguayo, de 78 años, fue al encuentro acompañado de una pequeña delegación en la que no se encontraba su esposa, Lucía Topolansky, y a su término le regaló al Papa tres estatuillas de estilo "gaucho" y el libro de Methol Ferré y Alver Metalli "América Latina en el siglo XXI".



El papa Bergoglio por su parte regaló a Mujica una copia de las conclusiones de la asamblea de los obispos latinoamericanos reunida en Aparecida (Brasil).



L.G