El Papa Francisco le donó una casa a un hombre a cambio de que estudiara
2013-03-20 19:40:59 |Ocurrió cuando Jorge Bergoglio era cardenal. Además de haber terminado el secundario, y haber conseguido un trabajo, el hombre y su mujer colaboran asistiendo a los vecinos que más lo necesitan. Cada día se conocen nuevos gestos de humildad del nuevo Papa Francisco y ahora salió a la luz la historia de Exequiel Martínez, un hombre al que Jorge Bergoglio le donó una vivienda a cambio de que terminara el secundario.
La historia se remonta al 3 de junio del 2003 cuando el hombre caminaba junto a su esposa, preocupado por no tener trabajo ni vivienda, ni el dinero suficiente para pagarle la leche especial para su pequeño hijo enfermo.
Esa noche, caminando por Plaza de Mayo, se encontró con el entonces cardenal Jorge Bergoglio. "Lo vi y le dije a mi esposa Mirá , el cardenal. Es mi oportunidad", recordó Martínez, quien le tocó la espalda a las 10 de la noche y el prelado, sorprendido, le preguntó en qué lo podía ayudar.
El hombre le contó su problema y le dejó su número de teléfono sin ninguna clase de esperanza. Pero su realidad cambió cuando recibió el llamado al día siguiente.
"A vos el Señor te puso en mi camino. Lo que yo te puedo conseguir no puede sustentar a tu familia. Pero si vos haces un curso de computación y terminas el secundario, yo te pago el alquiler", le dijo el cardenal.
"Todos los meses le mandaba el certificado de que estaba cursando el secundario. Y cuando terminé la escuela, me dijo Bueno, Exequiel es hora", y fue en ese momento cuando le consiguió la casa donde poder vivir.
Hoy, el hombre y su esposa realizan donaciones, colaboran con los vecinos en lo que necesitan y asisten a las personas que sufren alguna adicción a encauzar su camino y poder rehacer su vida.
L.G
Esa noche, caminando por Plaza de Mayo, se encontró con el entonces cardenal Jorge Bergoglio. "Lo vi y le dije a mi esposa Mirá , el cardenal. Es mi oportunidad", recordó Martínez, quien le tocó la espalda a las 10 de la noche y el prelado, sorprendido, le preguntó en qué lo podía ayudar.
El hombre le contó su problema y le dejó su número de teléfono sin ninguna clase de esperanza. Pero su realidad cambió cuando recibió el llamado al día siguiente.
"A vos el Señor te puso en mi camino. Lo que yo te puedo conseguir no puede sustentar a tu familia. Pero si vos haces un curso de computación y terminas el secundario, yo te pago el alquiler", le dijo el cardenal.
"Todos los meses le mandaba el certificado de que estaba cursando el secundario. Y cuando terminé la escuela, me dijo Bueno, Exequiel es hora", y fue en ese momento cuando le consiguió la casa donde poder vivir.
Hoy, el hombre y su esposa realizan donaciones, colaboran con los vecinos en lo que necesitan y asisten a las personas que sufren alguna adicción a encauzar su camino y poder rehacer su vida.
L.G