El magistrado acusado de mal desempeño y abuso de autoridad ingresó a la sala donde eran indagados los testigos. Saludó a los abogados presentes y continuó su recorrido por el Juzgado. Su look no pasó desapercibido: Camisa, bermuda, zapatos náuticos y anteojos de sol.



Todo comenzó ayer alrededor de las 11 cuando el cuestionado juez ingresó al Juzgado. Se dirigió a la sala donde se realizaba la audiencia. Allí estaban dos testigos, el abogado defensor Francisco Leguizamón y los letrados querellantes Ricardo Leiva y Ernesto González, además del secretario judicial.



Ramírez abrió la puerta sin golpear. Los miró a todos. Saludó y se  fue sin decir nada.



Continúo su recorrido por las distintas oficinas como lo solía hacer habitualmente antes de ser suspendido. Sin embargo cuando quiso entrar en su despacho, se encontró con uno de los secretarios que le advirtió que no podía estar en ese lugar. Allí se produjo un entredicho y tuvo que intervenir un policía que custodiaba el edificio que invitó al juez a que se retire. "Vos también te me vas a poner en contra", habría manifestado Ramírez que optó por salir pero se quedó en la vereda. Hizo varios llamados con su teléfono celular.



E incluso se animó a bromear. Cuando un abogado ingresaba al juzgado de traje y corbata le dijo "vos también te haces el Tito González".  Estuvo en el lugar varios minutos y después se fue.

L.G