Un joven delincuente, con los ojos desorbitados, enloquecido y con un picahielo en la garganta de su rehén, un niño de nueve años, hizo vivir un calvario de ocho horas a los vecinos de la ciudad de Quezon, en Filipinas.
Con un crucifijo logró liberar a su hijo del secuestrador
2012-07-24 12:38:23 |
Un joven delincuente, con los ojos desorbitados, enloquecido y con un picahielo en la garganta de su rehén, un niño de nueve años, hizo vivir un calvario de ocho horas a los vecinos de la ciudad de Quezon, en Filipinas.
Un joven delincuente, con los ojos desorbitados, enloquecido y con un picahielo en la garganta de su rehén, un niño de nueve años, hizo vivir un calvario de ocho horas a los vecinos de la ciudad de Quezon, en Filipinas.
Para no ser arrestado luego de un robo, el delincuente apeló a tomar como rehén al niño.
En un momento que podría haber salido directamente de una película de vampiros o de exorcismo, la madre del niño se presentó con un crucifijo, e increpó al atacante.
Finalmente, la madre fue capaz de entrar y liberar al muchacho, identificado como Mark Jason Pineda, quien fue trasladado al hospital con dos pequeñas marcas en el cuello.
El delincuente fue arrestado y se enfrenta ahora a cargos asalto y privación ilegal de la libertad, de acuerdo con la policía del distrito de Quezon City.
Tambien te puede interesar:
