España colocó el máximo previsto de deuda pública en una subasta de letras a corto plazo, aunque tuvo que convalidar una mayor tasa de interés, de 2,65%.

Por su parte, la rentabilidad del bono español a diez años y la prima de riesgo sitúan al país en la zona que los expertos consideran de rescate.

En ese escenario, la rentabilidad del bono español a diez años subía hasta rozar 7,6%, con el riesgo país por encima de los 630 puntos básicos.

El Tesoro Público español colocó unos $17.250 millones (3.048 millones de euros), una cantidad levemente superior al objetivo máximo de colocación, de un horizonte de entre $11.320 millones y $16.980 millones que se había fijado como meta, según publica la agencia de noticias alemana DPA.

La demanda de los inversores fue fuerte, y permitió colocar en letras a tres meses unos $9.214 millones (1.628 millones de euros), a un interés marginal del 2,65%, frente al 2,5% que pagó en la subasta anterior.

En letras a seis meses adjudicó $8.037 millones (1.420 millones de euros), a un interés de 3,95%, frente al 3,369% pagado en la última colocación de este tipo.

La subasta era una prueba de fuego para España, ya que  desde el viernes está sufriendo el acoso de los mercados.

Este acoso se acrecienta mientras aumentan los temores a que tenga que pedir un rescate total de su economía, más allá del rescate de sus bancos, para el que el Eurogrupo ha comprometido hasta $566.000 millones (100.000 millones de euros).