"Lo importante es que se ha habilitado las puertas del dialogo y de la negociación entre las áreas pertinentes del Ejecutivo" afirmó Martínez del gremio de la construcción.

En más de una oportunidad, la primera mandataria les aseveró que ella cree en la unidad sindical y abogó para que se logre. Los gremialistas le prometieron que insistirán en su cometido al tiempo que le ratificaron que el 3 de octubre se conformará la única CGT legal. "Espero que de aquí al 3 de octubre estén todos unidos", afirmó Cristina sorprendiendo a los gremialistas. En ningún momento mencionó el nombre de Hugo Moyano pero estuvo presente en más de un tramo de las dos horas que duró el cónclave. La jefa de Estado quien habló mucho tiempo de política hizo referencia a Lula que logró llegar a ser presidente de Brasil, "Lula tuvo que luchar mucho y perdió varias veces las elecciones", recordó Cristina al tiempo que volviendo a sorprender a los sindicalistas confesó "a mi no me parece mal que intenten ser presidente pero hay que llegar a serlo", en referencia a las aspiraciones de Moyano aunque luego dijo que para lanzarse a esa carrera "hace falta contar con un partido político", arrancando la risa de los asistentes. La mandataria habló mucho tiempo del peronismo, del modelo y les garantizó que piensa "defender el consumo interno pero evitando que se traslade a precios".

"Se habló de todo", comentaron asombrados más de un asistente al convite. Cristina mencionó el problema del sector automotriz que existe con México y manifestó su preocupación ante la actitud de los mexicanos ya que evalúa que buscan perjudicar a la Argentina.

Si bien fuera de las cámaras no volvió a insistir en la necesidad de bajar el trabajo informal sí manifestó su preocupación por el alcance de la cobertura de salud que tiene la gente. En este sentido, les manifestó "su aspiración a que la cobertura que brindan las obras sociales sea más amplia".

El tan mentado y demorado Consejo Económico Social pasó al olvido, ahora se privilegiará los encuentros entre el sector patronal, el sindical y el Gobierno para juntos encontrar una solución los problemas que puedan atravesarse.

El encuentro a solas con la primera mandataria comenzó pasadas las 19.25 y ahí es donde existió el intercambio de opiniones más jugoso. El clima de la reunión fue muy afable a punto tal que Armando Cavalieri se permitió bromear con la Presidente cuando le dijo tuteándola : "apurate con la agenda" en referencia a los pedidos de asignaciones familiares, escolaridad de los hijos, obras sociales, mínimo no imponible

La reunión comenzó a las 19 horas cuando la jefa de Estado les dio la bienvenida y los recibió en un salón emblemático donde Evita solía atender cuando trabajaba en la Casa Rosada, y así se los explicó a los 54 representantes gremiales que asistieron al encuentro presidencial.

Hacia varios años que no pisaban la Casa Rosada que como les dijo Cristina "no es la casa de la Presidenta sino la de todos". Con las cámaras encendidas, se mostró coloquial y abogó por la unidad sindical. Es más dijo que nunca recibe a nadie anti nada -en referencia a que los dirigentes gremiales son más conocidos como antimoyanistas- y enfatizó que justamente los había citado porque los recibía por que sabia que estaban trabajando para lograr la unidad del movimiento obrero. "Se que seguirán haciendo ingentes esfuerzos para lograr la unidad de la CGT" y agregó porque "sinceramente aspiro a una sola CGT, a que esté unida". Antes había dicho que le gustaría "que estuvieran todos además, los que faltan también me gustaría que estuvieran", en un mensaje a Hugo Moyano quién en esos momentos presidía la primera reunión del Consejo Directivo de la CGT.

Cristina se ocupó de recordarles a los gremialistas que los logros que hoy tienen los trabajadores "no es porque ha habido más dirigentes combativos que otros" sino gracias a "un proyecto político de Nación y de país que permite que crezca la actividad que centra en el trabajo". Por si fuera poco explicó que los aumentos salariales también han sido merito de la gestión kirchnerista cuando señaló que el proyecto "cree en los buenos salarios" y reiteró anticipándose a los reclamos que los trabajadores argentinos tienen el "mejor poder adquisitivo de Latinoamérica".

Anticipándose a la lista de pedidos Cristina los instó a ocuparse de los trabajadores en negro que, como les dijo, no perciben ningún beneficio. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada le recordó que un 32,4% de los trabajadores es informal "es una cifra muy alta" admitió Cristina al tiempo que instó al sindicalismo a "seguir trabajando muy fuertemente para lograr reducir y bajar aún más el trabajo en negro".

Como viene ocurriendo últimamente hizo referencia a la crisis internacional actual y admitió que hay sectores que tienen serias dificultades como el sector textil, frigorífico en varios sectores "pero los estamos atravesando con fuerza, con una política muy activa por parte del Estado, con acuerdos con los empresarios", aseveró.

Abriendo el paraguas al pedido de subir el mínimo no imponible de ganancias o a que les devuelvan los fondos que le adeuda el Estado a las obras sociales, la presidenta enfatizó que "vamos a seguir tomando, tengan la certeza, todas y cada una de las medidas que tengamos que tomar para seguir sosteniendo el trabajo y también saber que los recursos no son infinitos, no son elásticos"

Del encuentro participaron entre otros, Gerardo Martínez, (Construcción), Omar Marturano (Fraternidad), Victor Santamaría (SUTERH), Jorge Lobais (Textiles) Juan Belén (UOM), Omar Viviani (Peones de Taxi), fresia, Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Hector Daer (Sanida), Omar "Caballo" Suarez (Portuarios), 54 representantes sindicales en total.