Cuando los medios británicos comenzaron a repicar la información de que el Big Ben pasaría a llamarse Torre Isabel, un escalofrío recorrió la espalda de los puristas menos informados. "¡Sacrilegio!", clamaron. El monumento más característico de Londres iba a ser bautizado con el nombre de una gran monarca, sí, de una figura de dimensiones históricas en los siglos XX y XXI, Isabel II de Inglaterra, pero tanta pleitesía con la actual jefa del Estado podía dejar en un segundo plano a la otra torre del complejo del Parlamento británico, la Torre Victoria, y por tanto, ensombrecer el recuerdo de la que los más estrictos (los más talibanes, si se quiere) sí consideran como la reina más importante de la historia del Reino Unido.
A la Reina Isabel le hacen sombra
2012-06-30 19:07:51 |
Cuando los medios británicos comenzaron a repicar la información de que el Big Ben pasaría a llamarse Torre Isabel, un escalofrío recorrió la espalda de los puristas menos informados. "¡Sacrilegio!", clamaron. El monumento más característico de Londres iba a ser bautizado con el nombre de una gran monarca, sí, de una figura de dimensiones históricas en los siglos XX y XXI, Isabel II de Inglaterra, pero tanta pleitesía con la actual jefa del Estado podía dejar en un segundo plano a la otra torre del complejo del Parlamento británico, la Torre Victoria, y por tanto, ensombrecer el recuerdo de la que los más estrictos (los más talibanes, si se quiere) sí consideran como la reina más importante de la historia del Reino Unido.
Cuando los medios británicos comenzaron a repicar la información de que el Big Ben pasaría a llamarse Torre Isabel, un escalofrío recorrió la espalda de los puristas menos informados. "¡Sacrilegio!", clamaron. El monumento más característico de Londres iba a ser bautizado con el nombre de una gran monarca, sí, de una figura de dimensiones históricas en los siglos XX y XXI, Isabel II de Inglaterra, pero tanta pleitesía con la actual jefa del Estado podía dejar en un segundo plano a la otra torre del complejo del Parlamento británico, la Torre Victoria, y por tanto, ensombrecer el recuerdo de la que los más estrictos (los más talibanes, si se quiere) sí consideran como la reina más importante de la historia del Reino Unido.
Pero lo que no sabían estos puritanos es que la reina Victoria estaba muy tranquila en su tumba del Mausoleo de Frogmore, en el gran parque de Windsor. Victoria será para siempre la gran reina de Inglaterra y su torre será siempre la más alta: 98,5 metros frente a los 96,3 metros de la Torre Isabel, es decir, del Big Ben.
No todo el mundo, ni siquiera los londinenses, sabe que la torre Suroeste del Palacio de Westminster se denomina oficialmente Torre Victoria. Como tantas cosas en la capital británica, su historia comienza con un incendio, el que destruyó casi completamente la Cámara de los Comunes el 16 de octubre de 1834. El proyecto de reconstrucción del complejo incluyó la erección de una nueva torre que sirviera para almacenar libros y documentos "a prueba de fuego". A esa torre se la llamó la Torre del Rey, porque el fuego de 1834 que destruyó el Palacio de Westminster ocurrió durante el reinado del rey Guillermo IV. La primera piedra del nuevo edificio se colocó, ya bajo el reinado de la reina Victoria, el 22 de diciembre de 1843 y las obras concluyeron en 1960. Cinco años antes, en 1855, gracias a la colocación de un mástil de 22 metros por encima de la corona que culmina la torre, esta construcción se convirtió en el edificio más alto del mundo en su época.
Del mástil de la Torre Victoria pende la Union Jack o, cuando la soberana se encuentra en el edificio, el estandarte de la monarca, denominado en inglés Royal Standard. Hasta enero del 2010, la bandera solo ondeaba cuando había sesión en el Parlamento. Desde aquel día, una bandera siempre corona la Torre Victoria.
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