A un año del brutal asesinato de Matías Gregorio (16) y su novia Rocío Castillo (17) en una vivienda del barrio San Benito de esta capital, la causa se encamina a ser elevada a juicio. El fiscal Buenaventura Duarte espera la incorporación al expediente de algunas diligencias para hacer el pedido al Juzgado de Instrucción N4. Antes de fin de año se dará por finalizada la etapa de instrucción. Gastón Gregorio (21) está procesado por el delito de homicidio simple doblemente reiterado. Permanece preso en la Unidad Penal N6 de San Cayetano a la espera de ser juzgado.
Cuando se conoció la noticia del procesamiento la mamá de Rocío aseveró a la prensa que “me da fuerza para seguir luchando pero no calma el dolor, es un dolor inimaginable, es levantarse todos los días y ver la cama de tu criatura que no va a volver; es algo con lo que voy a convivir hasta el final de mis días, solamente los padres que vivieron esto saben lo que estoy sufriendo”.
Para el abogado Daro Esquivel que representa a Gastón Gregorio no existen elementos en la causa que puedan dar lugar a un fallo condenatorio. Según su postura no hay pruebas que acrediten la autoría de Gastón.
El letrado sostiene la hipótesis de que el asesinato se produjo en ocasión de robo, en el que delincuentes ingresaron a la habitación donde estaba la pareja de novios y los mataron antes de que pudieran reaccionar.
Para los padres de Rocío no hay dudas de que el autor de la masacre es Gastón.
Es probable que a fin de año la causa sea remitida a juicio. Allí en la Cámara Criminal, se conocerá la verdad.

Brutal asesinato
El salvaje crimen de Matías Gregorio de 16 años y Rocío Castillo de 17 se produjo en la mañana del domingo 28 de noviembre de 2010 en una vivienda ubicada en la calle Alberdi al 2200 del barrio San Benito. Según las primeras investigaciones, César Gastón Gregorio, hermano de Matías, violentó la puerta del dormitorio donde descansaba la pareja y armado con un cuchillo le asestó más de cinco puñaladas a cada uno. El chico fue hallado en un pasillo en medio de un charco de sangre. En tanto Rocío fue asesinada en la cama. De acuerdo a la autopsia practicada a los cuerpos, ambos intentaron defenderse.
Tras la matanza, el homicida salió por el fondo de la casa, cruzó por la vivienda de un vecino y se dirigió a la costa del río Paraná. En el camino se deshizo del arma empleada en el homicidio, un cuchillo tipo carnicero. Horas después fue hallado en la zona de Astilleros Corrientes.
Fue detenido cuando pretendía suicidarse. Según la pesquisa, el joven habría dicho a empleados de seguridad de una empresa del barrio Quilmes que llamaran a la Policía porque en su casa habían matado al hermano y su cuñada.
En el expediente como elemento de prueba existe un mensaje de texto que Gastón le envió a su novia, minutos después de que se produjera la masacre.
La causa se tramita en el Juzgado de Instrucción Nº 4 a cargo del doctor Mario Alegre. La investigación es encabezada por el fiscal de instrucción Nº 1, doctor Buenaventura Duarte, junto a efectivos de la Comisaría Segunda.
Los abogados Daro Esquivel y Joaquín Meabe asumieron la defensa del imputado.
En tanto los padres de Rocío contrataron al abogado Jorge Buompadre. Como querellantes por parte de la familia Gregorio se encuentran los abogados Juan Julián Selles y Yazmín Carlen