La declaración de un testigo propuesto por los abogados de Raúl “Tato” Romero Feris pero directamente proporcional a la estrategia de la querella y la fiscalía, ayer complicó aun más la situación del ex intendente en el juicio oral y público que se le sigue en el marco de la causa Santa Catalina. Pero además, los acusadores consiguieron que se incorpore una prueba clave al proceso: evidencias de que lo realizado en el albergue para evacuados no se hizo con dinero del fondo especial generado en la comuna en 1998, sino con recursos corrientes del Ejecutivo Municipal.
Si había algo que a Tato Romero Feris podía complicar aun más de lo que se esperaba, era que un testigo propuesto por sus propios abogados declarara según lo que afirma la querella. Y ayer ocurrió eso, en el reinicio de las audiencias por el juicio que se le sigue en el marco de una causa de supuesto peculado.
Quien ofreció su testimonio ante el tribunal presidido por Juan José Cocchia fue el arquitecto Edmundo Gerardo Vargas, un ex asesor técnico del Instituto de Viviendas de Corrientes (Invico) que ofició como perito en la instrucción de la causa a requerimiento de la defensa de los imputados, el ex intendente y su compañera de fórmula, Lucía “Lucy” Ortega”. Y ayer volvió a referirse al informe que confeccionó hace casi 12 años.
Contra lo que esperaba la defensa, el arquitecto ratificó lo que había firmado en 1999: que las obras observadas en el predio donde se alojaron los evacuados no se ajustaba a los montos que, en la rendición, acusó el fondo especial generado para abrir los refugios de Santa Catalina.
Pero aportó otra clave. En su informe y según lo ratificó en el juicio, en los centros de hospedaje observó puertas, marcos, ventanas, vidrios, sanitarios, piletones, artefactos eléctricos, todos elementos que no figuran en el expediente que justifica la creación del fondo especial para Santa Catalina.
En ese expediente figuraban materiales tales como chapas de cartón, cemento, cal hidráulica, hierros, piedras.
Esos documentos, que obran en el expediente judicial en el que se jalonó el proceso contra “Tato” y “Lucy”, ayer el fiscal Gustavo Schdmitt pidió que sean incluidos al proceso como pruebas contra los imputados y fue lapidario en una apreciación que pronunció en voz alta. “Ninguno de estos elementos se compraron con el fondo especial”, dijo el representante del ministerio público.

Con color
Para adornar su testimonio y mencionar que en el predio de Santa Catalina hubo evacuados en 1998, ayer Vargas contó una anécdota. Aseguró que el día que concurrió al establecimiento militar aun había familias alojadas y que en su recorrida debió auxiliar a una niña de entre 4 y 5 años que se había cortado un talón con vidrios que, dijo, “estaban regados” en las calles internas del lugar.