Miembros de organizaciones sociales como Padres Comprometidos y Unidos por el Silencio, junto a funcionarios municipales, concejales de diversos bloques y empresarios de locales bailables se reunieron ayer por la mañana en el recinto legislativo comunal para tratar el Código de Nocturnidad. A pesar de registrarse varios cruces entre los protagonistas, los puntos abordados fueron el horario de cierre de los boliches, el expendio de bebidas alcohólicas y las fiestas en viviendas privadas, entre otros.
Ante la falta de consenso, las conversaciones pasaron a un cuarto intermedio para el 6 de junio donde continuarán evaluando las diferentes posturas con respecto al Código de Nocturnidad.
Durante el cónclave nuevamente el horario de cierre de los boliches fue el punto de discordia entre las partes: desde las organizaciones sociales indicaron que los boliches deben cerrar a las 4, o incluso abrir las puertas antes. Sin embargo entre los propietarios de locales bailables y los funcionarios municipales encargados de los controles nocturnos coincidieron que, en caso de cerrar más temprano, los jóvenes quedan deambulando por las calles generando mayores inconvenientes en los espacios públicos.
Las previas y las fiestas privadas fueron blancos del debate. “Hay que hacer algo contra las previas a los boliches donde los jóvenes consumen alcohol. Se necesitan mayores controles”, señaló uno de los coordinadores de Unidos por el Silencio. “Además hay que atacar a las fiestas que se realizan en domicilios privados”, indicó otro de los miembros de la organización.
Con respecto al expendio de bebidas alcohólicas, los funcionarios comunales resaltaron que se debe crear un registro de vendedores. “Todo aquel que se encuentre en el registro de venta de bebidas alcohólicas, podrá vender siempre que se encuentre todo en regla. Además los mayores de edad pueden consumir bebidas alcohólicas en la vía pública sin generar inconvenientes”, explicó la encargada Análisis y Evaluación de Impacto Ambiental municipal, Teresita Monjo.
“Uno se cansa de hacer denuncias, y los agentes sólo piden que se baje el volumen, hacen la multa y al final todo sigue igual”, reclamó una de las coordinadoras de Unidos por el Silencio. “Los inspectores hacen su trabajo, a pesar de no contar con el poder de Policía y de ingresar a la vivienda. Se cumplen con los controles pero hay que tener en cuenta que muchos inspectores fueron agredidos por los propios vecinos”, contestó el titular de la Dirección de Protección Civil y Gestión de Riesgo de la Municipalidad, Ricardo García.