El curioso episodio se produjo en la madrugada de ayer y los gritos despertaron a los vecinos del inmueble ubicado por calle Córdoba.
Pasada la medianoche iniciaron los festejos y los invitados desfilaron hacia el departamento. La música y los gritos pusieron de mal humor a una señora que al abrir la puerta se encontró con su vecina, una joven, que salía a despedir a un amigo. Enfadada la mujer y argumentando que hicieron ruido toda la noche encaró a su vecina y le recriminó la acción. La chica se excusó y le explicó que nada tenía que ver en el hecho y que el cumpleaños se realizó en el tercer piso. Se inició una fuerte discusión que generó insultos de ambas partes con conceptos muy duros.
La joven inquilina salió a la vereda con el amigo e intentó poner fin al pleito, pero la señora continuó reclamándole por los ruidos molestos. Como respuesta recibió un insulto y no aguantó más. Corrió a su departamento y en la vereda atacó a la vecina y al amigo que sorprendidos por la situación le dijeron a la mujer que se tranquilizara.
Un hombre que se desempeña como personal de seguridad en la zona justo pasaba en su motocicleta y la señora alterada le pidió que se detenga y llame a la Policía porque los jóvenes la estaban molestando y no la dejaban dormir. El agente frenó y con el celular llamó a la Policía. Estuvo tan sólo segundos en el lugar y al advertir que todo se trataba de un conflicto vecinal, puso en marcha la moto y se retiró.
Las discusión siguió y el joven que había llegado al departamento de la chica con una guitarra, se fue del edificio junto con un amigo que conducía una motocicleta. Ambos se fueron apresurados.
En la escaramuza, un vaso cayó al suelo y para seguir evitando problemas, la chica salió con la escoba y comenzó a barrer y a juntar los trozos de vidrios desparramados en la vereda.
Atenta y con el cinto sobre uno de sus hombros, la mujer continuó discutiendo. La joven comenzó a gritar y le recriminó a viva voz, “me arruinó la noche señora, ahora nadie va a querer salir conmigo”. Finalmente la vecina se despidió con un formal, “Hasta mañana”.
Hasta el momento no se radicó denuncia alguna en la comisaría Cuarta. Un patrullero pasó por la calle Córdoba, pero al ver que no existía conflicto, siguió su normal recorrido.