
50 veces Maradona

Feliz cumpleaños, Diego. Por todo lo que hiciste dentro de una cancha de fútbol. Porque, sin dudas, fuiste el mejor. Por tu zurda mágica, la que desafiaba los límites de la excelencia, la que nos permitió gritar goles extraordinarios y fundirnos en abrazos interminables que se transformaron en recuerdos imborrables en nuestras vidas. Por tu coraje, por tu enjundia. Por hacer sentir poderosos a los débiles y débiles a los poderosos. Feliz cumpleaños, Diego.
Llegaste a los 50 años en plenitud, después de hacerle increíbles gambetas a la muerte. Disfrutás, como siempre soñaste, de tus hijas, que te cuidan y protegen como guerreros espartanos. Que te regalaron un nieto que te sorprende y te deslumbra. Eso habla muy bien de vos. Te permitís soñar. Feliz cumpleaños, Diego.
Seguís defendiendo con pasión tus convicciones. Sos capaz de inmolarte por un amigo. Seguís teniendo gestos nobles como ponerte al servicio de las necesidades del Negro Cáceres y ofrecer el hombro para el dolor de una familia y de un pueblo. Feliz cumpleaños, Diego.
Mientras algunos intentan rotularte como la síntesis del ser argentino, vos día a día te encargás de demostrar que sos solamente uno más de estas tierras. Acertás y te equivocás. Decís y te contradecís. Reís y llorás. Hablás y callás. Crecés y envejecés. Nada más lejano a un dios. Nada más cercano a un mortal. Feliz cumpleaños, Diego. Felices 50, Maestro.