Un comandante de la policía regional dijo que más de 60 personas se encontraban en el autobús cuando se produjo la explosión.

El autobús se dirigía de Cagayan de Oro a la cercana ciudad de Tacurong e hizo una parada en Matalam, donde, según el oficial, la bomba fue depositada dentro del vehículo.

De acuerdo con las investigaciones preliminares, la bomba fue colocada dentro de una bolsa abandonada en el compartimento de equipaje, en la parte trasera del autobús.

El jefe de la policía provincial, Cornelio Salinas, dijo que la explosión arrancó el techo del autobús. Salinas señaló que, si bien no se descarta un móvil terrorista, la policía está investigando la hipótesis de que el atentado fue un intento de extorsión, ya que en el pasado otros autobuses de la misma compañía, Rural Transit, fueron objeto de ataques por grupos que reclaman el pago de protección.

En la provincia de Cotabato del Norte operan grupos islamistas que luchan desde hace años por una mayor autonomía en Filipinas, país de mayoría católica, y a los que las autoridades han responsabilizado por varios atentados con bomba contra instituciones publicas.