Alberto Fernández decidió dar un volantazo e intentar gobernar con menos interconsulta a sus socios del kirchnerismo, en el medio de las internas en el Frente de Todos por el acuerdo con el FMI. "Igual nos van a objetar todo, por lo menos avanzamos con nuestra agenda", dijo un hombre que sigue de cerca al Presidente desde antes de que sea candidato. Sus asesores creen que si se da la reactivación prometida y las cosas le salen bien tiene chances de reelegir en 2023.

Las primeras señales del cambio de tendencia se empiezan a ver. Un Alberto Fernández más autónomo, dando señales amistosas a sus socios pero avanzando en algunos lineamientos. ¿Los límites? Adentro del Frente de Todos -incluyendo el albertismo- la credibilidad al liderazgo presidencial es cada vez menor.

No obstante, Alberto avanzó esta semana en algunas señales concretas.

1. ¿Hay plan económico?

Guzmán y Kulfas son los dos ministros más albertistas y los que reciben los dardos de todo el Frente de Todos. Guzmán bajó a un segundo plano después de semanas de sobreexposición. Es el ministro de la macroeconomía y ahora tiene que dedicarse a que se cumpla el acuerdo con el FMI.

Kulfas, Ministro de producción, hizo dos presentaciones en dos días. La primera en el Consejo Económico y Social, donde hizo una exposición de un plan económico a 8 años. Un optimista el hombre, en un país en que no se sabe qué va a pasar mañana. Pero por lo menos apareció alguna búsqueda.

Al día siguiente convocó a una conferencia de prensa. Se lo vio solo contestando de todos los temas a agenda abierta. Casi parecía el ministro de Economía. "Vamos a empezar hablando de coyuntura", dijo. Primer concepto: planteó que "ahora hay plan económico":

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  "Esta todo escrito, hay plan de largo plazo"


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  "Todas las variables de nuestro plan están a la vista de todos"


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  "Queremos que los salarios le ganen a la inflación"

Y abordó el tema tabú para el kirchnerismo

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  "Ya son 15 años de inflación de dos dígitos"


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  "Hay 10 o 12% de inflación que podemos atribuir a lo externo. El resto es todo nuestro"


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  ¿Hay roces con el ministerio de Economía por este protagonismo? Tanto Guzmán como Kulfas son hombres de Alberto Fernández. Al menos en este momento no hay celos entre ellos y tienen claro cuál es el rol de cada uno.

2. Alberto se muestra con aliados

El lunes fue a la CGT a hablar con sus líderes. Estuvieron Héctor Daer y Carlos Acuña. No fue invitado Pablo Moyano.

El martes, foto con la CGT, empresarios, Beliz y Massa en el Centro Cultural Kirchner.

El miércoles apareció en un acto de la CGT en el Instituto Juan Perón, en conmemoración de los 40 años del paro que la CGT le hizo a la Junta Militar con Saúl Ubaldini a la cabeza. Horas antes Pablo Moyano se había mostrado con Máximo Kirchner.

Alberto se muestra con gobernadores, con empresarios (a los que el kirchnerismo mira con recelo) e intenta recuperar la iniciativa.

Massa, por su cuenta, teje alianzas y se muestra con la oposición. ¿Tiene el aval de Alberto? Massa hace su propio juego, aunque es funcional a la gobernabilidad. Lo que está claro es que el kirchnerismo ya no monopoliza la agenda del Frente de Todos.

3. Cambios en funcionarios

Como anticipó A24.com, Alberto Fernández no va a hacer cambios de gabinete ni de funcionarios importantes por ahora. Aunque aprovechará las vetas que se pueda para meter gente de su confianza o reemplazar a algunas piezas menores vinculadas al kirchnerismo.

El miércoles trascendió que le pidieron la renuncia a Felix Crous, titular de la oficina Anticorrupción. Plantearon el funcionario no impulsó la denuncia penal "presentada hace más de un año contra Mauricio Macri por defraudación de caudales públicos y malversación al tomar la deuda de 45.000 millones de dólares". Versión albertista de "funcionarios que no funcionan".

Por otro lado, Alberto ocupó formalmente un cargo clave que estaba vacante hacía tiempo y designó a Nicolás Ritacco en el cargo de Subsecretario de Asuntos Políticos de la Secretaría General de la Presidencia. Sería el virtual segundo de Julio Vitovello. El decreto fue fifirmado por Alberto y el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Ritacco era hasta ahora Director General de Audiencias Presidenciales. Sectores del albertismo, reclaman más protagonismo de la Secretaría General de la Presidencia en la logística y toma de decisiones. El nombramiento puede ir en ese camino.

4. Nuevo eslógan

#RecomenzarMejores fue el eslógan con el que se presentó el Consejo Económico y Social. Hay un mensaje, un relanzamiento, una idea de que superada la pandemia, superado el acuerdo con acreedores privados, superado el acuerdo con el FMI... ahora el Gobierno podrá plantear su propia agenda.

Además, en esa agenda ya no se meterá Cristina Kirchner a la que consideran virtualmente afuera del Gobierno. Ahora Alberto puede tomar sus propias decisiones. ¿Estará a tiempo?

5. La inseguridad vuelve a escena

Alberto Fernández, encabezó este miércoles la primera reunión del Consejo de Seguridad Interior, y reconoció que "la inseguridad es un problema grave que no podemos obviar".

Quizás por primera vez se lo vio al lado de Aníbal Fernández hablando exclusivamente de uno de los dos temas que más preocupa a los argentinos.

Abordar el tema era un reclamo de los intendentes del conurbano y de algunos gobernadores, como Omar Perotti. Pero al hacer un diagnóstico del problema, lo atribuyó a la "desigualdad". Sigue siendo un tema que le resulta incómodo. Pero al menos hay una búsqueda de hablar del asunto.