En los últimos días El estafador de Tinder se volvió uno de los contenidos más vistos de Netflix. La producción cuenta la historia de tres mujeres que detallaron cómo fueron estafadas por Simon Leviev (llamado verdaderamente Shimon Hayut) luego de haberlo conocido en Tinder.

Un cómplice necesario según el documental es Peter, el guardaespaldas de Leviev. Por esta razón, elige su derecho a réplica y mediante su abogada Joanna Parafianowicz confirmó que denunciará a la plataforma por “violar sus derechos humanos”.

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Una parte fundamental de este reclamo es que la productora jamás se acercó a hablar con el guardaespaldas. “Nadie tiene derecho a privar a una persona de derechos básicos, como el derecho a la imagen y el derecho a la protección de datos personales”, argumentó la abogada.

Y aseguró que su cliente nunca tuvo nada que ver con los negocios del estafador. “Nunca se han presentado cargos contra él con respecto a este caso. Él nunca ha estado involucrado. Sin embargo, muchos espectadores lo asocian con el comportamiento de Simon Leviev”, explicó.

“Mi cliente perdió el anonimato en solo un día, la capacidad de trabajar como guardaespaldas probablemente para siempre, así como su reputación”, describió la letrada acerca de la situación de Peter.

Y agregó: “Peter está en un mal estado mental. Ambos creemos que incluso un gigante como Netflix no puede violar los derechos humanos básicos”.

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Simon Leviev y sus estafas a través de Tinder

Los engaños ideados por Simon Leviev se trataban de un esquema Ponzi. Es decir, con el dinero que obtenía de cada una de sus víctimas mantenía su estilo de vida y podía pagar los viajes y cenas que tenía con otras mujeres.

Fueron las protagonistas del documental quienes consiguieron que sea capturado en Grecia y extraditado a Israel. Allí la Justicia lo sentenció a un año y tres meses de prisión por falsificación de documentos y al pago de una suma cercana a los US$ 50.000. Sin embargo, salió en libertad a los cinco meses.

En diálogo con el canal 12 de Israel, Shimon se refirió irónicamente a la relación que tuvo con las denunciantes: “Tal vez no les gustó estar en una relación conmigo, o no les gusta la forma en que actúo. Tal vez rompí sus corazones durante el proceso”, dijo sin rencor.